United States or Estonia ? Vote for the TOP Country of the Week !


El atrio de la iglesia no tenía por entonces la magnífica verja de hierro que hoy la adorna, y la policía nocturna de la ciudad estaba en abandono tal, que era asaz difícil encontrar una ronda.

Al principio no podía nuestro Guerrero conformarse con aquel abandono. No pasaba año sin que dirigiese una representación al Gobierno, pidiendo los reparos necesarios y los cañones y tropa que aquel punto de defensa requería.

Su voluntad será paralizada por la mía. Llegó á la casa, entró y observó con satisfacción que el polizonte de por la mañana no estaba en el portal. Subió vivamente y llamó á la puerta del departamento. Nadie respondió; el mismo silencio de abandono. Permaneció escuchando un largo rato y no percibió señal alguna de vida en la casa.

¡Con cuánto abandono se entrega la imaginación á este cómodo vagar, suelta y libre, sin las trabas del árido razonamiento, sin que una voluntad firme la sujete ni la enfrene para elaborar difícilmente el producto literario, uno, lógico, de forma determinada y con especial contextura!

Pero como en estos tiempos de desamortización, libertad y desgracias, nuestra santa iglesia es pobre como una rata, la miseria no deja humor a los señores del cabildo para fijarse en detalles, y todo anda abajo que da lástima. ¡Qué abandono, Gabriel! ¡Si lo vieras! Esto parece una oficina como esas de Madrid adonde va la gente a cobrar y echa a correr en seguida.

Cuando la tos no dejaba dormir al viejo guardián, hablaba a Gabriel de los años que llevaba de vida nocturna en la Primada. Era un oficio que tenía cierta semejanza con el de sepulturero; pasaban la vida entre muertos, en el silencio del abandono, sin ver a nadie hasta que terminaba la guardia.

Quedose aletargado; pero en seguida abrió los ojos, y lo primero que vieron fue los de Jacinta, fijos en él con atención amante. Cuando se durmió de veras, la centinela abandonó su puesto para correr al lado de Guillermina con quien tenía pendiente una interesantísima conferencia. Una visita al Cuarto Estado i Al día siguiente, el Delfín estaba poco más o menos lo mismo.

Ya vimos el P. San Agustin afirmar que era aprendido de Malayos: si por Malayos quiso decir el pueblo que habita Malaka, Singapura, Sumatra y gran parte de Java principalmente, y que habla la lengua Malaya , se equivocó; porqué esta lengua, se escribe con los caracteres Arabes y estos, excusado nos parece decirlo, no tienen nada de comun con los Tagalos. Es indudable que el Malayo, en una epoca remota, tenia un alfabeto própio que abandonó para adoptar el árabe que hoy usa; pero como quiera que aun no sabemos cual fuera aquel alfabeto, ni creemos que en la época del P. San Agustin se supiera respecto este particular mas que hoy dia, suponemos que no comparó el alfabeto Tagalog con el antiguo de los Malayos. Es muy probable que lo comparara con el Ugui ó con el de los Battas que tienen, como ya dijimos, semejanza con él, y que no sabiendo el nombre exacto de aquellos pueblos, los llamó con mucha razon Malayos, palabra tan vaga como la de «Moros» con que se llama por muchos á todos los pueblos que profesan el Islamismo. Esta es una suposicion de Leyden; pero quizás no sea la mas próxima á la verdad. Creemos mas bien que el P. San Agustin on conoció ningun alfabeto Ugui, Batta ó Arabe-Malayo: sabia que el Malayo se escribia con unos caracteres distintos

Sin embargo, como en esta última, alegremente iluminada por los rayos del sol, la apariencia de soledad y abandono no llevaba consigo la decadencia, la desesperación ni el abandono.

Sólo podía recibirla en el antiguo estrado, pues los demás habían sido desguarnidos por los usureros. Reflexionó, sin embargo, que, a pesar de su vejez y abandono, aquel salón trascendía a grandeza grave y a rancio abolengo. Levantó el cerrojo y entró. Era una cuadra larga y angosta, diversamente alhajada según el estilo flamenco, italiano y mudéjar de los tiempos del Emperador.