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Reducíase su vestido a una blusa o camisa llamada por ellos tridako, fabricada con las fibras de una corteza de árbol; pero la falta de trajes la suplían con la sobra de adornos: collares de dientes de puerco y chacal, o de escamas de tortuga, y brazaletes de conchas y espinas de pescado. Uno solo de ellos el Korana o jefe sin duda llevaba una especie de sotana de tela roja.

» Te has olvidado ya, Magdalena le repliqué, que hace dos días reducíase toda tu ambición a sentarte en ese maldito sillón como dices, y ahí, junto a la ventana, creías estar en un paraíso terrenal. Así pasaste ayer todo el día y te diste por muy contenta con ello. » Tienes razón, pero lo que ayer tenía yo por bueno no lo es ya hoy.

Consistía este en el trabajo á que estaba obligado el indígena durante cuarenta días al año, á prestar en las obras públicas del pueblo de su vecindad ó de la provincia, según los casos; siendo potestativo el redimirse de aquella obligación mediante el pago de tres pesos, á cuya exacción se la distinguía con el nombre de polos, así como se entendía por fallas, la que se satisfacía, digámoslo así, al detalle por el tributante no redimido y por el día ó días que dejaba de concurrir al trabajo que se le señalaba; reducíase este impuesto al pago de doce cuartos por día.

El plato llamado at-tafayá, que por lo visto era un bocado esquisito para los árabes-andaluces, no parece segun la descripcion del historiador á quien seguimos muy digno de figurar hoy en el catálogo del Cordon-bleu. Reducíase á un mixto de albóndigas y pasta frito en aceite de semilla de cilantro. Cuando esto se cita como una memorable innovacion, ¡qué tal sería la cocina de los sultanes!

Con un intervalo de algunos años había tenido otro, Esteban, que apenas sabía andar y ya se arrodillaba ante las imágenes de la habitación, llorando para que su madre le bajase a la iglesia a ver los santos. La pobreza entraba en el templo; reducíase el número de canónigos y racioneros.

Por ... murmuró Amparo. Ana se acercaba también, trayendo una servilleta anudada, que desató y tendió sobre el brocal del pozo. Reducíase la merienda a unos pastelillos de dulce y una botella de moscatel, regalo de Baltasar.