United States or Russia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Dejé de amenazarla con aquella frase de olvido, harto desesperado para ser sincero, y que la habría hecho sonreír de piedad, si ella hubiera tenido a su vez un poco de serenidad el día que se lo propuse como un medio.

Lo mismo da que se señale á la poesía una tendencia moral que otra cualquiera directa, y quienes modernamente recomiendan tales doctrinas, miran esta cuestión bajo el mismo punto de vista que la miraron antes Boileau y Gottsched . Aunque mi fin inmediato fuese escribir una historia literaria, me propuse también otros desde un principio.

Me propuse que nosotros no riñéramos, y dirás si tienes queja de ... Ninguna. Y me propuse también no hablarte nunca de ella. Hoy lo hago, no por Leocadia, soy franco; sino por . ¿Sabes dónde pasa muchas tardes? Su madre se la lleva a novenas y fiestas de iglesia. Y a otras partes. ¡Mira bien lo que dices! No te atufes.

¡Chico, quién te tose ahora!... le dijo el de los caracoles, la palabra dulce, el mirar terrorífico . Y es preciso que me des pronto una razón: ¿me cedes o no me cedes tu negocio? ¡Buena se puso mi mujer cuando le propuse no trabajar más! Creí que me mordía y que me sacaba los ojos.

Yo, que vi la bellaquería del demandador, escandalíceme mucho y propuse de guardarme de semejantes hombres. Con estas vilezas e infamias que veía yo, ya me crecía por puntos el deseo de verme entre gente principal y caballeros.

¡Oh! ¡si yo entonces me hubiera acordado de mis pobres padres y hubiera ido á sacarlos de su miserable cabaña! ¡Dios acaso, entonces, me hubiera amparado! Pero me olvidé de todo y acabé por olvidarme de don Hugo, del único hombre á quien había amado. Rica, joven y hermosa, me propuse apagar mi sed de placeres, mi sed de vanidad. Y aunque muchos quisieron casarse conmigo, yo no quise.

En vez del escalamiento me pareció más factible, si no tan sabroso, gestionar la salida de la hermana por la puerta principal del convento, para lo cual me propuse averiguar si estaba dispuesta a renovar sus votos cuando llegase el plazo. Porque, dada su edad, no podían aún haber trascurrido los ocho años necesarios para hacer el voto perpetuo... A no ser que lo hubiese hecho la primera vez.

Me propuse calmar el ánimo de la doncella, quitarle, en cuanto fuera posible, la mala impresión que mi ligereza y mis imprudentes palabras le habían causado, y lo conseguí.

Cierta vez me propuse acometer una investigación científica de sociología comparada, y aun de etnografía, tomando como tema y punto de arranque las casas de huéspedes en España y en las naciones extranjeras.

En 1831, durante mi permanencia en Chiquitos, propusé al gobierno el entablar entre esta provincia y la de Moxos una permuta de sal por caballos; lo que tuvo á bien acordar desde luego.