United States or Libya ? Vote for the TOP Country of the Week !


Habríamos andado una hora, charlando amigablemente, en medio de las dificultades de un camino espantoso, descendiendo casi a pico por gradas imposibles en la montaña, donde las mulas hacían prodigios de estabilidad, cuando comprendí que a aquel paso, no sólo no llegaríamos a Consuelo, sino que jamás a Bogotá.

Informóse el general de la tierra, y los indios dijeron que en seis dias de camino llegaríamos á los indios Samocosis, y que en él hallariamos dos arroyos buenos para beber: con lo cual proseguimos el viage, llevando algunos Sivisicosis para guias, que huyeron la primera noche, dejándonos confusos para hallar el camino: pero le acertamos, y dimos con los indios Samocosis, que nos recibieron de guerra, sin querer oir paz: pero fácilmente los desbaratamos y huyeron.

Todo dependía de su temperamento excesivamente nervioso y de la edad, que le obligaba a chochear. Bien eso, señor, y voy al caso. Llegaríamos a casa de Marica a eso de las seis. Allí nos dejó el señor y nos dijo que volvería al día siguiente con otra presona pa volvernos a Lancia.

Está bien dijo ; no hablemos más de eso: no llegaríamos á entendernos. Pertenecemos á dos mundos distintos. ¡Lástima que no puedas irte con los tuyos!... Se abstuvo en adelante de hablar de la guerra cuando su cuñada estaba presente. Chichí era la única que conservaba su entusiasmo agresivo y ruidoso.

Nada replicaba a mi discurso; seguía caminando cabizbaja y preocupada, formando su actitud notable contraste con la que tenía tres horas antes al pasar por los mismos sitios. Cuando me detuve un instante a respirar, exclamó sin mirarme: Hice una cosa muy mala, muy mala. ¡Dios mío, si lo supiese papá! Traté de probarle que su papá no podía enterarse de nada, porque llegaríamos demasiado temprano.

Cuando me detuve un instante á respirar, exclamó sin mirarme: Hice una cosa muy mala, muy mala. ¡Dios mío, si lo supiese papá! Traté de probarle que su papá no podía enterarse de nada, porque llegaríamos demasiado temprano. De todas maneras, aunque papá no se entere, hice una cosa muy mala.

Nada replicaba a mi discurso; seguía caminando cabizbaja y preocupada, formando su actitud notable contraste con la que tenía tres horas antes al pasar por los mismos sitios. Cuando me detuve un instante a respirar, exclamó sin mirarme: Hice una cosa muy mala, muy mala. ¡Dios mío, si lo supiese papá! Traté de probarle que su papá no podía enterarse de nada, porque llegaríamos demasiado temprano.

Se ve que este mozo del campo no cree en «la educación de una joven a la moderna», y arregla a palos los problemas de honor. La niña tiembla al pensar en la futura entrevista y en lo que pueda decir el hermanito, que la amenaza con sus revelaciones; por ella no llegaríamos nunca a Buenos Aires... Pero sus terrores pasan pronto: los olvida apenas se ve rodeada de hombres.