United States or Falkland Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Santo Cristo bendito de Rodillero, quién lo diría! ¡Tantos pecados como hemos cometido sin saberlo! Pues yo no los confieso exclamó Nuncita con resolución. Los confesarás, Niña expresó gravemente la primera. Que no. ¡Niña! Que no quiero. ¡Silencio, Niña! Los confesarás y tres más. Mañana mismo te llevaré a Fray Diego.

CIPIÓN. Ansí es; pero bien confesarás que ni has visto ni oído decir jamás que haya hablado ningún elefante, perro, caballo o mona; por donde me doy a entender que este nuestro hablar tan de improviso cae debajo del número de aquellas cosas que llaman portentos.

Entonces la señora de Aymaret, tomando un tono confidencial, le hizo entender que ella tuvo necesidad de hacer un análogo, hacía algunos años, y que le constaba ser difícil, mas no imposible, llevarlo a cabo... ¡Y confesarás, amada mía, que yo hubiese tenido más excusas que ! ¿Y de qué medio te has valido? interrogó Beatriz, a quien esta misteriosa revelación le interesaba ¿Has dejado de verle?

El mismo consejo que Sagrario, menos en lo referente a Pepe Guzmán. ¿Por qué esta omisión? ¿Fue por ignorancia o por malicia? ¡Ah!, ¡de qué buena gana la hubiera hecho ella entonces, y aun antes de entonces, por curiosidad, se entiende, nada más que por curiosidad, una pregunta! «Vamos, Leticia, con toda franqueza..., como si te confesaras conmigo, ¿hasta qué punto llegaron tus amistades con él?...» Porque era mucho lo que, de algún tiempo a aquella parte, la mortificaba esta sencilla curiosidad.

Figúrate que jugábamos al volante, y Lucía se equivocó al contar sus puntos; yo tenía seiscientos ochenta y ella seiscientos quince solamente, y ha pretendido tener seiscientos setenta y cinco. Me confesarás que esto era demasiado fuerte. Yo sostuve mi cifra y por supuesto, ella la suya. Y bien, señorita, le dije, consultemos á estas señoritas; yo me someto á su fallo.

Que esto sea verdad lo confesarás mismo, cuando nos veas presentarnos, i defender la fe con igual denuedo en todo el imperio sin que tus detestables halagos nos engañen, ni tus amenazas nos aterren; i sin que nos venza la crueldad de los tormentos, hallándonos fortalecidos por aquel Señor que nos prometió estar con nosotros hasta la consumacion de los siglos.