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Actualizado: 6 de julio de 2025
Pero dígame vuesa merced, señor mío, y no digo esto porque quiero examinar el ingenio de vuestra merced, sino por curiosidad no más: ¿ha hallado en su escritura alguna vez nombrar piñata? -Sí, muchas veces -respondió el autor. -Y ¿cómo la traduce vuestra merced en castellano? -preguntó don Quijote. ¿Cómo la había de traducir -replicó el autor-, sino diciendo olla?
Por otra parte, no existiendo solfa ni partituras para tocar las castañuelas, la «Crotalogía» es imprescindible y viene a llenar esta evidente deficiencia de los compositores. Para tocar las castañuelas no hay más que traducir el propio capricho digital, la interna nerviosidad cuyo último escape está en la punta de los dedos.
Cosa era esta que á un hombre de su edad le pudiera ser muy enfadosa y de mucho empacho; mas el celo de las almas le obligó á volver á la condición y simplicidad de niño para aprender uno por uno los vocablos y significados de aquellas lenguas, y para expresar las voces con los acentos propios de los bárbaros, y no rehusando hacerse discípulo de los mismos infieles, los tomaba por intérpretes para traducir en su idioma los misterios y preceptos de la ley de Dios, procurando después enseñárselos á ellos con trabajo contínuo de meses y años enteros.
Lo que el ilustrado médico dice, refiriéndose á las evoluciones por que pasa la cara de los niños, es perfectamente aplicable al semblante de los actores. Considérese que, como el mar acepta todas las presiones del viento, así la fisonomía del comediante queda obligada á traducir cuantas impresiones le imponga el dramaturgo.
Cada escuela podrá traducir este hecho á su modo, dejándose llevar de sus recuerdos, de sus aficiones ó de sus intereses; pero la existencia de aquel hecho, tan capitalmente trascendental, es indisputable. Voy á decir ahora dos palabras sobre los monumentos citados en el sumario de este dia, dando principio por el palacio de la Bolsa. Nada tengo que oponer acerca de la magnificencia del edificio.
Sus facciones son muy acentuadas, si bien las dulcifica la constante sonrisa de bondad que dibujan sus labios y el meloso adormecimiento que retrata la negra pupila de sus ojos; son muy inteligentes, y aunque su oído no conozca la significación de la palabra española, sin embargo, sus ojos saben penetrar y traducir el más ligero deseo.
Poco después Bonifacio se arriesgó, poniéndose muy colorado, a traducir otra observación humilde esta de la Gorgheggi al idioma del trompa pertinaz, un hombre de tan mal genio como oído; la tiple había hablado en español, había dicho «compás» como, de hablar, podría decirlo un canario; pero el hombre del bronce no había querido entender tampoco; la traducción de Bonifacio consistió en repetir a gritos las palabras de la cantante, inclinándose desde el palco sobre la cabeza calva del músico.
En aquellos momentos experimentaba un gran deseo de abandonar la capital e irse a ver a su pobre madre. Miss Korrayt no sabía palabra de ruso; pero, por fortuna, no faltaron intérpretes voluntarios que se encargaron gustosísimos de la delicada misión de traducir los cumplimientos entusiásticos que la negra dirigía a Kotelnikov.
Bonis se puso a traducir para sus adentros el latín, y no tropezó más que en el propter, cuyo significado no recordaba; ya lo buscaría en el Diccionario. Ello era una preposición.
El conde Enrique confesó que no estaba bastante versado en la lengua de Valmiki para traducir de repente los versos, pues indudablemente eran versos los que había en la tela; pero pidió tiempo y prometió a su hermana presentarle una exacta traducción de todo en aquel mismo día.
Palabra del Dia
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