Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de julio de 2025
Así hablaba Zaratustra, paseando su luz cerca del techo; y surgían de la obscuridad los colgantes tejidos por las arañas, enormes, seculares, como si fuesen la obra de muchas generaciones, transparentando con fulgor sonrosado la llama de la vela. El viejo evitaba romper los frágiles tejidos.
Cada piedra de la calle, cada poste, cada puerta, cada ventana conservaban un poco de su vida, como los campos verdes y dorados y los frondosos bosques detrás de los cuales el castillo señoril levantaba al sol sus torres cubiertas de pizarra. En aquella decoración familiar, vacía aún a aquella hora matutina, surgían una a una las sombras conocidas que poblaban aquel pasado tan próximo.
A un lado surgían entre los campos los altos edificios del ensanche, los grupos aislados de casas que eran como las avanzadas de una población desbordada y en continuo avance. Al otro se cubrían las orillas de la ría de almacenes, tinglados y grúas, elevándose el carbón en montañas, sin dejar un espacio de muelle libre.
Fray Miguel no veía ni se forjaba en la mente un campeón que todo lo dirigiese y que se llevase la palma. Por bajo del pueblo estaban o surgían todos los campeones. Alborotados los reinos de Castilla y Valencia por las comunidades y germanías, allá en su pensar sigiloso Fray Miguel no estimaba mucho al joven, extranjero y ausente Emperador.
Las blancas paredes de la casa, que los rayos del sol poniente bañaban con un matiz purpúreo, surgían de entre un grupo de árboles de onduloso follaje. Los techos cubiertos de zinc relumbraban; se habría dicho que de ellos caía una cascada de agua hirviente.
Los quince días que había desempeñado el gobierno de Tarragona, por ausencia del gobernador y enfermedad del secretario, eran la edad de oro de la existencia de don Peregrín, el período dulce y poético cuyo recuerdo hacía vibrar siempre su corazón. ¡Cuántos sucesos en aquellos quince días! ¡Cuántas imágenes brillantes de gloria y poder surgían en su mente al pensar en ellos!
Los rugidos mortales de las armas al estremecer el aire no dejaban en él ninguna huella óptica. No había otro humo que el de la explosión, las espirales negras que elevaban los grandes proyectiles al estallar en el suelo. Estas columnas surgían de todos lados.
Surgían entre ellos numerosas rivalidades y apuestas, especialmente en esta época, que era cuando aumentaba la concurrencia del establecimiento. Los tres valentones pujaban en brutalidad, ansioso cada uno de alcanzar renombre sobre los otros. Batiste había oído hablar de esta apuesta que hacía ir las gentes á la famosa taberna como en jubileo.
No era ya para ella el indiferente que había creído; las lágrimas que brotaban poco antes de los ojos del joven, María Teresa las sentía caer una a una en su corazón, y las menores inflexiones de la voz lenta y baja de Juan dirigiéndose a ella, semejante a la del sacerdote ante el altar, surgían en su memoria como música misteriosa.
En el rumor, que al quebrarse en sus costados hacían las olas, Morsamor creía oír por momentos sollozos, maldiciones y gritos de venganza, y tal vez se figuraba que surgían de la mar las cabezas de los compañeros muertos, que venían nadando y pugnando por detener la nave o por hacerla virar hacia el Oeste. Creció la obscuridad. La noche se venía encima.
Palabra del Dia
Otros Mirando