United States or Ukraine ? Vote for the TOP Country of the Week !


Todo eso tiene un encanto indefinible, un aspecto de dulce tranquilidad, de candor y bienestar que seduce ó halaga como una égloga viviente. Si las ondulaciones del terreno producen una constante sucesion de subidas y bajadas, que le van procurando al viajero mil sorpresas agradables, las vueltas del camino contribuyen tambien á los cambios instantáneos de paisaje y horizonte.

Estaremos mejor al aire libre, contemplando el golfo... ¡Venga y no sea niño!... Todo está olvidado. Usted no tiene la culpa. El viejo camarero, que volvía con manteles y platos, no hizo el menor gesto al ver á la pareja instalada en la terraza. Estaba acostumbrado á estas sorpresas.

Todo estaba dispuesto: los muebles todos que había en la habitación ocupada por en la fonda, estaban cubiertos de cajas, estuches, paquetes de tejidos diversos propios para vestidos, cofrecillos con sorpresas para mis hermanas, un pequeño bazar, en fin, que yo me complacía en mirar, mientras gozaba pensando en las exclamaciones de alegría y reconocimiento que había de oír en la humilde casita de mi madre.

La vida nunca trae consigo más que sorpresas desagradables. La vida es esencialmente instabilidad y dolor. ¿Cómo es posible pensar en la alegría y la paz aquí donde nada permanece, donde todo está sujeto a un cambio irresistible? Y se lanzaba inmediatamente al análisis y a la exposición de los dolores del mundo dejando a la pobre Clara con el corazón apretado y ganas de llorar.

Sabido es que antiguamente se vivía por lo general tierra adentro para evitar las sorpresas de los desembarcos moros ó de los mismos barangayanes enemigos, y acaso entre aquellos habitantes habría algún europeo que al mandarlos á la playa, construiría la palabra albay-bay. El abuso que hace el indio del apócope, justifica que la palabra albay-bay quedase reducida á la de Albay.

El mar, tan majestuosamente monótono cuando rodea sin contraste una de esas ciudades flotantes, formas admirables de la civilización, que se llama un buque, es un tesoro de primores y sorpresas cuando sirve de marco á una costa.

Sobre las mesas elevábanse pirámides multicolores de cucuruchos con sorpresas. Tiraban de sus extremos los comensales, produciéndose un estallido fulminante, y de las envolturas surgían menudos objetos de adorno, mariposas y flores de gasa, minúsculas banderas, gorros de papel.

¡Paris, fábula del mundo, fábula de propio; palacio por fuera, sepulcro por dentro, salve! Hace un mes que estamos en Paris mi mujer y yo. En este mes de noviciado y de aprendizaje, ¡cuántas cosas nos han sucedido! ¡cuántas sorpresas hemos llevado!

Y él sonreía con más socarronería que nunca. «Buen chasco se había llevado la señora; si ella supiera...» pensaba él fumando su pipa. Pero es claro que jamás dijo a doña Paula el secreto de aquella noche en que hubo sorpresas muy diferentes de las que suponía la señora.

Pues si de estar buscándola ya se trataba, como ellos iban sospechando, y le veían lúcido, sano y contento, ¿qué más necesitaban saber por de pronto? Ya se andaría lo que faltaba por andar; ya les daría la sorpresa de las sorpresas cuando fuera la hora de dársela... Pero ¿por qué lado la tomarían entonces?