Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 3 de mayo de 2025


Las hay que no se resignan exclamé riendo al recordar a la Bonnetable y su mal humor. Y bien, puesto que somos del mismo parecer, al menos en ciertos casos, es fácil que nos entendamos. Tomemos por ejemplo, si quieres, una soltera que lo es a pesar de sus deseos más sinceros. ¿Crees que será dichosa y apta para ensanchar su horizonte?... Qué yo... dije con alguna vacilación.

El Marqués, aunque al morir dejaba a su hija muy niña aún, no lo bastante para que no conociese su soberbia, y como también conocía que la dejaba pobrísima, había de haber presumido que su hija se quedaría soltera. ¿Cómo, pues, iba doña Luz a manejarse con tantos millones, sin tener a su lado a un hombre entendido y de toda confianza? ¿Y quién, en la mente del Marqués, podía ser este hombre sino el propio D. Acisclo, que con tanta habilidad y lealtad había administrado sus bienes?

Era viuda, casada y soltera. Expliquémonos. Siempre se la oyó decir que era viuda; todos la tenían por casada, y era en realidad soltera. En una ocasión vivió en cierto lugar con un periodista provinciano, y allí pasaban por esposos. El infeliz consorte fué un mártir.

No restaba más esperanza a las primitas que la herencia de una tía soltera, doña Marcelina, madrina de Nucha por más señas, que residía en Orense, atesorando sórdidamente y viviendo como una rata en su agujero. Estas nuevas dieron en qué pensar a don Pedro, que desveló a Julián algunas noches más. Al cabo adoptó una resolución definitiva.

Sebastián no dudó ni un instante que la monstruosa aldeana fuese soltera, solterísima, y no digo solterona, porque la suma fealdad, como la suma belleza, no permite el cálculo de edades.

Nadie conoce a Julia: es todavía un carácter cerrado; yo que la conozco. Ahora que ya sabe todo lo que tenía que decirle, sólo me resta recomendarle una cosa: vigile a Oliverio; tiene el mejor corazón del mundo; que lo economice y lo reserve para las grandes ocasiones. He ahí mi testamento de soltera concluyó en voz más alta, para que el señor De Nièvres la oyera, y le invitó a acercarse.

Ni hubo vara de mimbre, ni ella entró más en costura que cuando estaba soltera; pero en cambio, Pepe Güeto se reía como un loco, sobre todo con los chistes de su mujer, que le hacían mucha gracia, y con sus risas que tenían para él mucho de agradablemente contagioso. Para doña Luz pasaron entre tanto los meses, sin otra novedad que el cambio alternado y regular de las estaciones.

Por esos mundos sería yo una doña Luz algo misteriosa, de quien cada cual imaginaría mil horrores. Empezarían por afirmar una verdad, para inventar y poner sobre ella millón y medio de embustes. La verdad sería que soy hija de un marqués calavera y arruinado, y de una tal Antonia Gutiérrez, soltera y costurera, con quien mi padre tuvo amores.

Una criada llamada Rafaela, que entró á servir á la chacha Ramoncica cuando ésta vivía aún en casa de sus padres, siguió sirviéndola toda la vida. Ama y criada eran de la misma edad y llegaron juntas á una extrema vejez. Rafaela era más fea que la chacha, y, hasta por imitarla, permaneció siempre soltera.

Hoy he subido a los altos del castillo con el objeto de hacer una visita a una anciana soltera de ochenta años, que vive gracias a una corta pensión que le han dejado y a haberle cedido, sin pagar retribución alguna, una pequeña habitación bajo el tejado del edificio. Vive en compañía únicamente de una gallina dócil como un perro. Esta viejecita se llama la señorita Felicidad.

Palabra del Dia

tundas

Otros Mirando