Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de junio de 2025


Y el gran orador, como un caballo cansado, pero de buena sangre, sacaba nuevas fuerzas y emprendía otra vez la carrera, falto de espacio para galopar, volviendo sobre sus pasos, repitiendo lo que ya había dicho un sinnúmero de veces, resumiendo la media docena de ideas desenvueltas en cuatro horas de sonora charla. Los buenos discursos se apreciaban reloj en mano.

De estos y otros datos se prevale un escritor francés para mezclar entre el gran caudal de poesía que respiran sus obras, un sinnúmero de vulgaridades, por no calificarlas de otra manera, al ocuparse de Marianas.

Le han hecho firmar un sinnúmero de tarjetas postales con «pensamientos» filosóficos y galantes para ellas y para todas sus amigas coleccionistas; le han sacado retratos con autógrafo, y ahora, terminada la explotación, no se acuerdan de él. Es un sabio de malas ideas. El abate las acapara a todas.

En que hasta hoy está siendo Santander la primera aldea de la provincia, por sus costumbres, por sus pasiones y por un sinnúmero de pequeñeces y de miserias.... ¿Está usted vengándose de ? Líbreme Dios de semejante tentación. Es que no veo yo un motivo para que de repente se cambien nuestras costumbres, como usted lo asegura.

Feli se fijaba otras veces en una jovencita de rojas peinetas en el pelo, hueca falda de flores con largos volantes y un sinnúmero de collares verdes, azules y rosa. Era casi una niña; la pubertad apenas había hinchado la tapa de su pecho con los capullos femeniles; sus ropas huecas, sonando con escandaloso fru-fru, denunciaban una delgadez de escuerzo femenino.

Las niñas tenían preparados sus trajes de «manola», y un sinnúmero de veces se habían ensayado ante el espejo para aprender a colocarse con naturalidad y buen gusto la blanca mantilla de blonda. En cuanto a las dos mamas, pensaban lucir obscuros trajes de seda, con costosas mantillas negras, regaladas a las dos por el señor Cuadros. Llegó el día de la primera corrida.

Esto me decían en Marianas; en cambio en Manila se cree todo lo contrario, no solamente respecto á la adquisición de esos bonitos ejemplares de la conchología, llamados en el lenguaje vulgar por su color rosado, auroras sino que también refiriéndose á un sinnúmero de costumbres, cosas y objetos que luego resultan completamente inexactas. Reducción de vecindario en las Marianas. Islas habitadas.

En él estoy yo, y nada: me encuentro lo mismo que cuando no bajaba de las Claverías. Nosotros los Villalpando somos de hierro: por algo descendemos de aquel famoso Villalpando que hizo la reja del altar mayor y la Custodia y un sinnúmero de maravillas. Debía ser un gigantón, a juzgar por la facilidad con que retorcía y moldeaba toda clase de metales.

El hombre de la taquilla, después de apretar la mano repetidas veces al gerente y al ingeniero y de hacer un sinnúmero de saludos con su gorra galoneada, se dirigió en voz alta al maquinista: Ya puedes arrancar, Manuel.

Por eso al verles juntos de pronto, cuando hasta ahora no habían cruzado dos palabras, todos suponen un sinnúmero de cosas.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando