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Actualizado: 28 de junio de 2025
Termina el General Núñez fecilitando por ello al Ejército y á sus Jefes. A continuación hace uso de la palabra el general José de Jesús Monteagudo, Jefe de las Fuerzas Armadas. "Señores, dice: Yo quiero en nombre de las Fuerzas Armadas de la República dar á todos las gracias más sinceras y más sentidas.
Mas, ¡nada!, esta ilusión, fugaz, ligera, sólo es vana esperanza que aumenta mi dolor y mi agonía que me roba la calma, y arranca de mis ojos melancólicos, sinceras, fugitivas, muchas lágrimas. Abril, 1919. Bien, aquí estoy, de cara al Universo, Altivo el gesto y el mirar sereno; Lanzando al viento mi sonoro verso, De grato incienso y de perfumes pleno.
Señor cura dijo la de Brenay, háganos usted saber lo que piensa del desgraciado estado de cosas que íbamos a hacer constar una vez más; la dificultad de casar a las jóvenes que tienen un dote mediano... Y a las que le tiene pequeño añadió la de Dumais con una convicción de las más sinceras.
Tu época te ha preparado el camino. Y el príncipe, que no necesitaba tales consejos, seguía su marcha de vencedor por un mundo en el que se desvanecían á su paso las virtudes más acreditadas. Hasta las resistencias sinceras acabaron por parecerle útiles malicias para retrasar la caída, aumentando el deseo y su precio.
La mujer, que al principio los acogiera con marcada hostilidad, ante la mirada dulce y serena y las palabras sinceras de Hojeda, se fue poco a poco suavizando. Al fin, cuando éste le recordó con tono afectuoso los deberes que tenía para con sus hijos, aquellas infelices criaturas, sin otro amparo en el mundo que ella, rompió a sollozar.
El amor materno encuentra alojamiento en todas partes; es un huésped sin prejuicios, que sufre la vecindad de las pasiones más bajas. Vive cómodamente en el corazón más depravado y en el alma más pervertida. La señora Chermidy derramó algunas lágrimas bien sinceras pensando que había alienado la propiedad de su hijo y abdicado del nombre de madre. Era verdaderamente desgraciada.
Por todo esto Miguel fue estrechando su amistad con él. Maximina cada día se mostraba a sus ojos más simpática e interesante. Las personas candorosas y sinceras tienen la ventaja de no repetirse.
Miguel se esforzó en persuadirla a que no creyese nada de cuanto la dijeran acerca de él, le hizo mil protestas sinceras de cariño, y logró que antes de llegar a casa se disipasen las nubes que velaban su rostro. Al llegar, despojose Maximina inmediatamente de la mantilla y se fue a la cocina, donde nuestro joven la siguió.
Su susceptibilidad a este respecto había aumentado, mientras escuchaba las palabras sinceras y afectuosas de Eppie. Nunca podré arrepentirme, padre mío dijo la joven . No sabría en qué pensar ni qué desear viéndome rodeada de bellas cosas a que no he estado acostumbrada.
La señora de Laroque, sobre todo, me profesa una verdadera afección; me toma por confidente de sus extravagantes y muy sinceras manías de pobreza, de sacrificio y abnegación poética que forman, con sus multiplicadas precauciones de criolla frívola, un singular contraste.
Palabra del Dia
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