Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 1 de mayo de 2025
Muchachos, ¡viva miloro y las cortes de la Isla! gritó el tío Lombrijón levantándose de su asiento y saludándonos, sombrero en mano, con aquel garbo majestuoso que es tan propio de gente andaluza . Y en celebración del santo del día, que es la santísima libertad de la imprenta, señó Poenco, suelte usted la espita y que corra un mar de manzanilla.
No te diré si tu alma resplandece Como diamante en urna de cristal, Ni si tu seno blando se estremece Como la niebla al soplo matinal. No te diré si el labio que enamora En sus palabras desparrama miel, Ni si al caer, cual perlas del aurora, Hacen brotar las flores del vergel.
Oh tú, que con profética mirada Trajiste á esta comarca desolada, El hermoso rebaño, cuyo seno De noble sangre y de riquezas lleno, Vertió á raudales la simiente rica Que nuestra innoble raza purifica! Haley te precedió con valentía, Pero víctima fué de su osadía.
El día que los orientales pidan, por la voz de un congreso, volver a ocupar su puesto en el seno de la gran familia, serán recibidos con los brazos abiertos y ocuparán un sitio de honor en la marcha del progreso, como lo ocuparon siempre en las batallas donde corrió mezclada su sangre con la argentina.
Sólo es impecable y moralmente bella, en el seno de tan abominable familia, la madre, Felícitas, llena de resignación y mansedumbre, desvelándose y trabajando para que los otros vivan y para que vivan sin deshonra ni vergüenza.
Entonces Ester se veía obligada á arrojarse sobre la niña, á perseguirla en la carrera que invariablemente emprendía el pequeño duende, y á estrecharla contra el seno cubriéndola de besos y caricias, no tanto por un efecto de excesivo amor, sino para cerciorarse de que era la misma Perla en carne y hueso, y no una forma completamente ilusoria.
La tomé ansiosamente, levanté la tapa y miré lo que había en su seno. ¡Qué! grité, casi fuera de mí de alegría. ¡No puede ser cierto! Sí rió ella. Lo es.
No obstante lo poco explorado que se encuentra el subsuelo de Mindanao, merece el mayor interés la inmensa riqueza mineralógica que, según todos los indicios, encierra en su seno.
En el de la otra buhardilla le esperaba la mujer del Tuerto, con los párpados hechos ascuas, las greñas sobre los ojos, la cara embadurnada con la pringue de las manos disuelta en lágrimas, en mangas de camisa, desceñido el refajo y medio descubierto el enjuto seno.
Los agravios se le revolvían en el seno, saliéndole a los labios en esa forma descomedida y grosera de las hijas del pueblo, cuando se ponen a reñir. «¡La cojo y la...! decía para sí clavándose las uñas en sus propios brazos . ¿Que es un ángel? Pues que lo sea... ¿Que es una santa? ¿Y a mí qué?...». Pero de los labios para fuera, nada... «¡Qué cobarde soy!
Palabra del Dia
Otros Mirando