United States or Nepal ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los pequeños se revolcaban en el suelo, cubiertos de una costra de suciedad, mientras los mayores reñían á puñetazos para dominarse unos á otros, ó golpeaban á los hermanos débiles que se resistían á servirles de esclavos. A veces la tribu entera se ponía de acuerdo para saquear la despensa paternal, devorando en unas cuantas horas todas las provisiones que Adán había almacenado para una semana.

Para despachar bien y pronto lo que proyectaban, era indispensable que se volvieran a la cocina los tertulianos que, dispersos por aquí o en rebaños por allá, todo lo obstruían... y apestaban, y no había manera de revolverse entre ellos. Hízose así al punto por mi mandato, y empezaron las dos mujeres a saquear alacenas, armarios y cajones. Facia guiaba, y yo seguía como un autómata a las tres.

Al entrar en su parque, un grupo de alemanes estaba tendiendo los hilos de una línea telefónica. Acababan de recorrer las habitaciones en desorden y reían á carcajadas leyendo la inscripción trazada por el capitán von Hartrott: «Se ruega no saquear...» Encontraban la farsa muy ingeniosa, muy germánica. El convoy invadió el parque. Los automóviles y furgones llevaban una cruz roja.

26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 29 Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al hombre fuerte; y entonces saqueará su casa? 30 El que no es conmigo, contra es; y el que conmigo no coge, derrama.

"Viéndose, pues, libres de sus ofensores, se dieron a saquear el navío de las cosas más preciosas que tenía, que por ser de cosarios no era mucho, aunque en mi estimación eran las mejores del mundo, porque se llevaron de las primeras a mi hermana, a Selviana, a Leoncia y a Cloelia, con que enriquecieron su nave, pareciéndoles que en la hermosura de Auristela llevaban un precioso y nunca visto rescate.

Pero el viejo siguió despreciando su protección y riéndose con tristeza del rótulo. ¿Qué más podían saquear?... Ya se habían llevado lo mejor. Adiós, tío. Pronto nos veremos en París. El capitán montó en su automóvil, luego de estrechar una mano fría y blanda que parecía repelerle con su inercia. Al volver hacia su casa vió á la sombra de un grupo de árboles una mesa y sillas.

El capitán dió órdenes á un soldado, y éste volvió poco después con un pedazo de tiza que servía para marcar las señales de alojamiento. Von Hartrott deseaba proteger á su tío. Y empezó á trazar una inscripción en la pared, junto á la puerta: «Bitte, nicht plündern. Es sind freundliche Leute...» Luego la tradujo, en vista de las repetidas preguntas del viejo. Quiere decir: «Se ruega no saquear.

Las hormigas salen formando batallones de sus obscuros cuarteles, donde viven sometidas á una disciplina á la prusiana, obedeciendo á su emperador, como un pueblo laborioso, culto y metódico. Van á saquear para enriquecerse; van á invadir otros hormigueros con el propósito de esclavizar á sus habitantes y que trabajen para los conquistadores.

La interminable tribu de cada una de sus favoritas, le acosaba con el lloriqueo servil y la codicia insaciable propios de la raza; y el marqués se dejaba saquear, riendo la gracia de estos parientes de la mano izquierda, que le adulaban declarando que era un cañi puro, más gitano que todos ellos.

Oídas estas razones, autorizó el Duque la generosa resolución de optar por las miserias que amagaban á los infelices de los Gelves; y llegada la noche, los generales de tierra y mar, acompañados de algunos íntimos, aprovecharon la distracción de los turcos, ocupados en marinar y saquear las presas para escapar en varias fragatas.