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Actualizado: 9 de junio de 2025
La mitad de las mujeres de la Provincia, sobre todo las de los pueblos pequeños, creen á puño cerrado en duendes, brujas, hechiceros, fantasmas y aparecidos. De aquí un miedo espantoso á los muertos, y de aquí también el que haya casas cerradas en que no se atreve á vivir nadie, por ser cosa sabida que ¡á media noche! óyense en ellas extraños ruidos, particularmente de cadenas.
Y un capitan deste Uscovilca, llamado Tomay Guaraca, sabida la nueva deste propósito de Inca Yupanqui, pidió á Uscovilca, su Señor, que le hiciese merced desta empresa; quél queria ir al Cuzco y prender y matar á Inca Yupanqui y á los que con él eran.
Si damos esta definición de una cosa tan sabida y cotidiana, es no sólo porque es factible que caiga esta relación en manos de algunos que no pertenezcan al gremio de nuestra santa religión católica, sino porque hemos visto muchos que no consideran esta santa práctica bajo todas sus grandes y magníficas fases.
Con la noche y confusion del caso algunos de los nuestros llegaron á Galípoli libres, y solo dieron noticia de que dentro de sus casas, en sus alojamientos, habian sido acometidos de gentes militar y armada. Berenguer de Entenza, y los que estaban dentro de Galípoli, sabida la muerte de Roger, deguellan todos los vecinos de Galípoli, y el campo enemigo los sitia.
-Eso no -respondió Sansón-, porque es tan clara, que no hay cosa que dificultar en ella: los niños la manosean, los mozos la leen, los hombres la entienden y los viejos la celebran; y, finalmente, es tan trillada y tan leída y tan sabida de todo género de gentes, que, apenas han visto algún rocín flaco, cuando dicen: "allí va Rocinante". Y los que más se han dado a su letura son los pajes: no hay antecámara de señor donde no se halle un Don Quijote: unos le toman si otros le dejan; éstos le embisten y aquéllos le piden.
Me contestó, le contesté yo más fuerte, hasta que al fin, de palabra en palabra, le dije cierta cosa, sabida de todo el mundo, respecto á su madre, que fué muy levantada de cascos. El no esperó más, y de repente ... no lo puedo contar, porque se me sube toda la sangre al rostro.
Pero ¿cómo te has dormido de ese modo, criatura? Si te hubieras acostado con cuidado, no sucedería eso. Yo me despierto cuando se me antoja. No necesito más que fijarme un poco antes de dormirme en la hora en que quiero despertar, y es cosa sabida... minutos más ó menos, me tienes enteramente despabilada. Lo difícil, mamá, no es despertar, es levantarse dijo el joven con profunda filosofía.
Y despachado este capitan por Uscovilca á Viracocha Inca, supo cómo se habia quedado en el Cuzco Inca Yupanqui con los tres señores ya dichos, y con cada un criado que le sirviese, y con el propósito de morir é no ser subjetos; y sabida esta nueva por Uscovilca, holgóse mucho, porque le paresció, que venciendo á este Inca Yupanqui, hijo de Viracocha Inca y á los tres señores que con él eran, que podria triunfar, y más tomándolos dentro en el Cuzco, á dondél venia encaminado.
Es cosa sabida; para hacer andar un caballo remolón, no hay como verterse entre pecho y espalda un jarrito de ginebra... Pues ahí donde usted la ve, D. Andrés, la Amalita no tiene nada de arisca. Ya, ya veo que sabe usted buscarle los pliegues. Celesto rió de satisfacción hasta saltársele las lágrimas. ¡Bah! Ya se los han buscado antes que yo otros muchos.
Se enteraron de las noticias que había de D. Félix y su hija y las comentaron largamente, con la garrulería bien sabida de las comadres. Flora se despidió al cabo. Cuando se hubo apartado unos pasos Elisa la llamó. Florita. ¿Qué decías? ¿Ves esa hermosa tierra que tanto produce? manifestó con sonrisa maliciosa apuntando á la Vega sembrada de maíz que se extendía debajo del camino.
Palabra del Dia
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