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Actualizado: 22 de mayo de 2025


La noche que usted partió de Londres tuvo una cuestión con Dawson, y otra vez el tuerto demostró su notable astucia, porque, con el fin de librarse de Hales y hacer desaparecer los hechos deshonrosos que éste conocía, parece que informó confidencialmente a la policía de un robo cometido después de las carreras en Kempton Park, hace cerca de un año y que dio por resultado la muerte del damnificado, pues para robarle una gran suma de dinero que llevaba consigo, fue gravemente herido.

El millonario, que gozaba fama de avariento, había llegado á ofrecerle un apoyo desinteresado, por si algún día necesitaba ensanchar su acción laboriosa. ¡Y á este hombre bueno venía á robarle la felicidad su hijo, un bailarín frívolo é inútil!... Laurier, en los primeros momentos, habló de batirse.

Su hijo, un mocetón casi imbécil, que aprovechaba el menor descuido para robarle y llevar en Valencia una vida alegre con toreros, jugadores y chalanes de caballos iba descalzo en aquella época, correteando por los caminos con los chicuelos de los gitanos acampados en el Alberchí; su hija, aquella Remedios tan modosita y tímida que se pasaba los días en complicadas labores de aguja bajo la dirección de doña Bernarda, se había criado como una bestezuela en el campo, repitiendo con escandalosa fidelidad las interjecciones de los carreteros, con los cuales bebía su padre.

Pero haciéndose cargo de que no era posible que sus padres se contentasen con esto, prefirió idear una historia. Su imaginación poderosa le vino en ayuda inmediatamente. Un hombre de barba con traje de obrero le estaba aguardando en el portal para robarle. Le pidió lo que traía amenazándole con un puñal, pero él retrocediendo había llegado hasta la puerta y pudo coger el llamador.

Era que le acometía la pícara idea de que alguien entraba o quería entrar en la casa con intenciones de robarle su honor.

Aunque andaba muy difícilmente, quise pasar por mi antigua casa, y vi en la puerta a una mujer andrajosa que freía sangre y tripas. Conmovido en presencia de mi morada natal, no pude contener el llanto, lo cual, visto por aquella mujer sin entrañas, se le figuró burla o estratagema para robarle sus frituras.

El conde arrojó el cigarro sin acabar con una cólera mezclada de despecho. El amor propio, más vivaz que el amor, hacíale sentir su aguijón. ¿Se habría burlado de él? ¿Se le habría impuesto por una falsa dignidad y un pudor afectado, hasta el punto de obligarle a ofrecerle su nombre, siendo acaso indigna de él, y conservando la careta hasta el fin para robarle su estima y su respeto?

Pedíale que le diera dinero abundante para poder vivir con desahogo, y una muquier que le amara; mas nada de esto le fue concedido al pobre Mordejai, que cada día tenía menos dineros, pues estos iban saliendo, sin que entraran otros por ninguna parte, y de muquieres nada. Las que se acercaban a él fingiéndole cariño, no iban a su covacha más que a robarle.

Y has cometido la imprudencia de decirle que el venir á tu casa podía robarle la paz de la suya... no quieres vengarte. Os juro que me vengaré; que me vengaré de una manera cruel. El bufón movió la cabeza en un ademán de duda, de incredulidad. , me vengaré insistió ella. ¿Y cómo? Ya lo veréis. No... adivino. Yo haré de modo que en su vida me olvidará.

Y se cree un sér grande porque siente afectos que orgulloso diviniza, cuando acaso los miente. ¡Amor de patria! dice, imaginando que es privilegio la atraccion sagrada que hace al ave viajera amar á la enramada donde elevó su voz por vez primera, donde pasó el estío, donde vuelve á anidar la primavera. ¡Razon! exclama con acento grave, y áun blanquean al sol en la llanura las osamentas de cien mil soldados que asesinó su bárbara locura; el paso de la fiera muchedumbre áun destroza la miés de la campiña, y cadáveres mil ensangrentados alimentan las aves de rapiña. ¡Arte!... Tal vez tan sólo ese deseo es en él verdadero y grande y puro... Tal vez... Mas, ese mismo sentimiento, ¿no es acaso el altivo desvarío de hallar de Dios el ignorado asiento, adivinar su imágen escondida, sorprender su existencia en un momento, y robarle el secreto de la vida?

Palabra del Dia

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