Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 20 de julio de 2025
Pero, ¿quién no se divierte leyéndola y poniendo en duda si el poeta habla con toda seriedad o ríe o se recrea componiendo una alegoría satírica llena de chiste? El ser humano aparece como un monstruo de dos cabezas y de dos opuestos instintos y propensiones.
Entre tanto, los Franceses cantaban ó silbaban, hacían todo el ruido posible, mezclándose en los corrillos con una jovialidad especial y burlona; ó en los ratos de fastidio se entregaban á la lectura voluptuosa de novelas y relaciones de viajes, prefiriendo sobre todo las obras de Balzac. El Frances es el hombre del mundo que mas lee, sin contar con que es el que mas canta y rie.
Un cercado de cañas por todo mundo, la comida al alcance del pico, y pasar horas y más horas al sol, inmóvil sobre una caña... ¿Se ríe usted? Pues esta vida he comenzado a ensayarla y me va muy bien.
Traté de reír, para que el general no reparase en la turbación de la Vizcondesa, que parecía herida por un rayo. Mire usted, mire usted prosiguió el general dando nuevamente libre acceso a su risa. La Vizcondesa no ríe... está desconcertada... y es que se reconoce culpable. ¡Oh! muy culpable murmuré interiormente. En aquel instante bajó Enrique, y poco después Cecilia.
Sí, ¿qué? ¿Te acuerdas de aquella danza de las Bacantes? Pues eso parece, sólo que mucho mejor; una bacante como serían las de verdad, si las hubo allá, en esos países que dicen. Eso parece cuando se retuerce. ¡Cómo se ríe cuando está en el ataque!
Por mi desdicha; quisiera ignorarlo todo. Me dais miedo. ¡Ah! ¡por fin! Mientras una mujer injuria ó llora ó se desespera, aún hay esperanzas de dominarla; pero cuando, como vos, acaba por hablar á sangre fría, y casi ríe... Entonces está resuelta... decís bien: y mi resolución es invariable. Pues bien, doña Catalina, os juro que os salvaré de vuestra propia locura, antes de algunas horas.
Pues receta al canto: pan para los pobres, caridad en los ricos y mucha Doctrina cristiana para todos; así no se pelearán los hombres por si tú tienes más que yo, y habrá en el mundo conformidad y decencia, que es lo que hace falta. ¿Qué tal, tío? ¿Se ríe usted?
Los otros andan como avestruces detrás de la marquesa: el capitán, el italiano, el empleado del gobierno que lleva los papeles; ¡todos locos, y mirándose como perros!... Y el marido no ve nada; y ella se ríe de ellos y se divierte en hacerlos sufrir... Yo creo que ningún hombre de los que vienen á la casa le gusta. Celinda no parecía tranquilizarse con tales palabras.
Aquel «conque» era la muletilla de las señoritas Castro Pérez, y en Villaverde cuando de ellas se hablaba, todos decían «las niñas Castro Conque». ¿De qué se ríe usted? preguntó contrariada la rubia. De nada. Son ustedes muy maliciosas.... ¡Conque de casa! volvió a decir. No sabíamos que vivía usted allí, en el ¡«pa... la... cio» de la marquesita! ¿Por qué no avisa usted cuando muda de casa?
Si llega a hojear La divina comedia se ríe del conde Ugolino. Al oír que daban las tres en el reloj del despacho, púsose el gabán y salió.
Palabra del Dia
Otros Mirando