Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 15 de mayo de 2025
Y los Señores les advirtieron, que congregasen al pueblo en la plaza, pues que el Cabildo, para asegurar la resolucion, debia oir del mismo pueblo si ratificaba el contenido de aquel escrito. Ofrecieron egecutarlo así, y se retiraron. Al cabo de un gran rato salió el Exmo.
Pero, hombre, repara que te estás llevando la mano al lado derecho, y ahí no puede estar el corazón. Después dijo proféticamente, con una resolución que me inundó de alegría: ¿A cuántos estamos hoy? A cuatro de agosto, ¿verdad?... Bien; pues el día primero de octubre será nuestra boda.
En resolución: desmenuzadas y analizadas todas las visibles y corporales prendas de Elisa, como, por ejemplo, manos, talle, pies, brazos, garganta y frente, nada había que llamase la atención ni por bueno ni por malo. La simétrica disposición o el orden de todas estas partes nada tenía tampoco de singular. Lo singular de Elisa estaba en el conjunto, pero de un modo extraño.
Iba asimismo á buscar en él alguna luz sobre aquel misterio; pero ¡caso extraño! el P. Jacinto, todo franqueza y jovialidad antes, se había vuelto muy grave, muy misterioso y muy callado. Don Fadrique entrevía, no obstante, que el padre Jacinto aprobaba la resolución de Clara de ser monja.
En cuanto Bonifacio reconoció al Mayor sintió la súbita alegría que le proporcionaba siempre la conciencia de una resolución irrevocable, en él cosa rara. «Este es mi hombre se dijo ; la Providencia me ha hecho madrugar hoy; por algo yo he venido a la plaza».
No había escrito a su ex-querida, aunque todos los días pensaba hacerlo, para darle cuenta de su resolución. Tanto era el temor que la valenciana había llegado a inspirarle, que la pluma caía de sus manos cada vez que la tomaba para noticiarle su matrimonio.
Tomada su resolución, entró en el cuarto, se acostó y se durmió. En el hermoso comedor de la quinta de Montretout, Roussel, Herminia y Mauricio acababan de comer. Los jóvenes y su padrino estaban locos de alegría.
Respondióle el Padre que se volviesen en buen hora él y sus vasallos, porque él tenía firme resolución de no volver el pie atrás hasta haber anunciado el Santo Nombre de Dios á aquella gente, aunque para esto le fuese necesario perder la vida.
A cada una señaló un vecino del pueblo, que se dirigiese y apostase al paraje señalado, y despues de haber hablado con entereza á sus soldados, representándoles su obligacion, el órden que debian observar, la obediencia y resolucion en el obrar, dobló el cuidado y el silencio para seguir á Tupiza.
Lo que él entendía por su deber, que acaso fuera una necesidad mal comprendida, le imponía esta resolución. Luz no se desorientó tampoco en el nuevo terreno a que la llevó la consulta de Ángel.
Palabra del Dia
Otros Mirando