Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de mayo de 2025
Al anochecer, cuando los dorados rayos del sol desaparecen de sobre la tierra y vuelven bastante siniestro el aspecto del mar unas nubes cobrizas que recorren el espacio, aquellos hombres abandonan de nuevo la playa internándose mar adentro. ¿Tendremos mal tiempo? les pregunta el forastero. «Señor, hay que vivir.» Y parten acompañados de sus hijos.
Esta población tan heterogénea, á decir verdad, no sabríamos cómo vive, á no recordar la prodigalidad del suelo y la abundancia de carne que suministra el sinnúmero de venados que recorren sus bosques; venados, cuya carne, como todo lo demás que representa una necesidad ó una superfluidad, hay que buscarlo en la vecindad, pues allí, á pesar de no haber mercado ni tienda abierta, puede asegurarse que, salvas poquísimas excepciones, todos son comerciantes, vendiendo unos lo que les sobra de sus pacotillas y ranchos, aprovechando la falta de otros.
La primera vez que lo presenció Fortunata, sintió verdadero terror. Iniciábasele aquel trastorno a Mauricia como se inician las enfermedades, con síntomas leves, pero infalibles, los cuales se van acentuando y recorren después todo el proceso morboso.
Son los primeros aquéllos, en que acumula infinitos motivos dramáticos, variedad inagotable de hechos y efectos escénicos, pero llevando las riendas de toda la acción con mano tan segura y vigorosa, que esos diversos momentos confluyen en un solo resultado, y recorren con firme paso la senda trazada para alcanzar su último desenlace; cada efecto aislado aparece aquí sólo como una preparación para el total del drama entero, y las varias situaciones de los mismos se encuentran en una conexión tan íntima con todas las escenas, que todos estos elementos unidos producen, al cabo, un efecto grandioso y sublime.
Estos vientos huracanados recorren los valles, bajan al fondo de las hondonadas, barren las llanuras e inundan de mil aromas la ciudad: olores de líquenes y musgos, esencia de azahar, suave fragancia de liquidámbar y de mil flores campesinas.
Los adalides que los guian saben todos los caminos de las tierras que recorren; no llevan mas que una camisa muy corta, sea verano ó invierno, en las piernas unas calzas de cuero, abarcas en los piés, en la cintura una correa con un buen cuchillo, casco en la cabeza, lanza y dardo en mano, y una bolsa de piel á la espalda con pan para dos ó tres dias... Son todos catalanes y aragoneses.» Véase la nota 162 á la Crónica de Fr.
Al lado de estos últimos, los hay y yo me honro con la amistad de algunos que recorren los bosques de este país con el afán de enriquecer la ciencia, sufriendo toda clase de privaciones, ante la satisfacción de aumentar sus herbarios. El tipo que nos ocupa, no puedo definir á qué clase pertenece.
Cuando se recorren las demás comedias fundadas en hechos de la historia antigua ó moderna, se observa frecuentemente, con admiración, que el inagotable maestro ha tratado con dos siglos de anticipación asuntos, cuyos primeros autores se creen vulgarmente poetas de los tiempos modernos.
El mismo dia que llegué á Venecia, chocóme, y lo pregunté, porqué las airosas góndolas que recorren las calles están vestidas de luto, con bayetas negras. Yo, con mi carácter exaltado, supuse, ántes de preguntarlo, que seria una manifestacion de luto nacional por la pérdida de la independencia; halagué esta idea, y temí que no fuera cierto mi pensamiento, y en verdad no lo era.
Estos buques abandonados por a o por b, navegan obstinadamente a favor de las corrientes o del viento, si tienen las velas desplegadas. Recorren así los mares, cambiando caprichosamente de rumbo. No pocos de los vapores que un buen día no llegaron a puerto, han tropezado en su camino con uno de estos buques silenciosos que viajan por su cuenta. Siempre hay probabilidad de hallarlos, a cada minuto.
Palabra del Dia
Otros Mirando