Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de julio de 2025


Aquí, en nuestros ricos valles de la Europa occidental, el agua corre en abundancia; las plantas bien regadas, se desarrollan con toda su belleza; las ramas de los árboles, con su corteza lisa y tierna, están rebosando savia; el aire tibio está cargado de vapores.

Isidro se fijó en los diversos aspectos de los comisionados: unos, bien vestidos, revelando en el empaque de sus personas la satisfacción de una fortuna recién conquistada; otros, más humildes, con el aspecto de obreros endomingados; pero todos rebosando un orgullo patriótico por esta visita, que les recordaba la tierra lejana y parecía aumentar su propia importancia en el país de adopción.

No era ya su mirada la de la ninfa Calipso, orgullosa, placentera, rebosando vanidad satisfecha y gratas satisfacciones; era la mirada celosa, furibunda y salvaje, de la Medea que describe Séneca, terrible e imponente en medio de su sombría calma.

37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. 38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en vuestro seno; porque con la misma medida que midiereis, os será vuelto a medir. 39 Y les decía una parábola: ¿Puede el ciego guiar al ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?

Dios me libre de bastardos.. dijo Quevedo mascando á dos carrillos y tomando una copa de oro rebosando de vino . Un bastardo tiene la culpa de que nos suceda lo que no debía sucedernos. ¡Qué! ¿te pesa... don Francisco?...

Y de nuevo tornó a maravillarse, porque la sangre entera de Lilí afluyó entonces a su rostro, un temblor nervioso agitó sus manitas, y levantó los ojos hacia su madre, rebosando anhelo comprimido, esperanza dulcísima de oír lo que era sin duda su más ferviente deseo.

Estaban alegres, rebosando satisfacción por los ojos; pero las piernas no respondían a aquella eterna juventud de sus corazones: caminaban apoyándose en sendas muletas y agarrándose con la mano libre al brazo de sus acompañantes. Fueron recibidas con vivas y hurras. Se oyeron asimismo algunas frases harto familiares, de esas que nadie más que las benditas de Meré consentían y reían.

Un poco más abajo volvió a detenerse. La puerta de un corral estaba de par en par. En medio había un pozo y una pila de piedra rebosando agua. El perro no vio a nadie y se decidió a entrar, pero al mismo tiempo salió un hombre de la cuadra con un garrote en la mano. El hombre, que sin duda tenía poco desarrollado el órgano de la caridad, se fué hacia el perro con el garrote levantado.

Pues que si se le ofrece a usted algo no estando yo aquí, avise a D. Plácido, al cual se ha encargado que se ponga a las órdenes de usted si lo necesitara». Claro dijo Fortunata rebosando de orgullo inocente ; como que Plácido es todo de la casa, y desde chiquito no hace más que llevar recados de los señores, y servirles en mil menudencias.

Mejor está que estaba, comedia opuesta á la anterior, es menos rica que ella en cuanto á su acción externa, pero rebosando, en cuanto á afectos y pensamientos, frescura poética y fuego juvenil.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando