Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 24 de octubre de 2025
No dijo más don Quijote, y esperó a que la princesa le respondiese, la cual, como ya sabía la determinación de don Fernando de que se prosiguiese adelante en el engaño hasta llevar a su tierra a don Quijote, con mucho donaire y gravedad, le respondió: -Quienquiera que os dijo, valeroso caballero de la Triste Figura, que yo me había mudado y trocado de mi ser, no os dijo lo cierto, porque la misma que ayer fui me soy hoy.
Antojósele en esto a uno de los arrieros que estaban en la venta ir a dar agua a su recua, y fue menester quitar las armas de don Quijote, que estaban sobre la pila; el cual, viéndole llegar, en voz alta le dijo: ¡Oh tú, quienquiera que seas, atrevido caballero, que llegas a tocar las armas del más valeroso andante que jamás se ciñó espada!, mira lo que haces y no las toques, si no quieres dejar la vida en pago de tu atrevimiento.
16 La ley y los profetas hasta Juan; desde entonces el Reino de Dios es anunciado, y quienquiera se esfuerza a entrar en él. 17 Pero más fácil cosa es pasar el cielo y la tierra, que frustrarse una tilde de la ley. 18 Cualquiera que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.
Los papeles originales, juntamente con la letra escarlata, que diré de paso es una reliquia muy curiosa, están aún en mi poder, y se mostrarán á quienquiera que, incitado por el interés de esta narrativa, deseare verlos.
Acuérdome que un día deshonré en mi tierra a un oficial, y quise ponerle las manos, porque cada vez que le topaba me decía: «Mantenga Dios a vuestra merced.» «Vos, don villano ruin -le dije yo- ¿por qué no sois bien criado? ¿Manténgaos Dios, me habéis de decir, como si fuese quienquiera?» De allí adelante, de aquí acullá, me quitaba el bonete y hablaba como debía."
Haya paz, señores, ordenó extendiendo el brazo. Quienquiera de vosotros que continúe tan tonta querella fuera de aquí, tendrá que darme cuenta de ello. Necesito el concurso de todas vuestras espadas y no permitiré que las volváis unos contra otros. Abercombe, Morel, Bruce ¿dudáis acaso del valor de los caballeros gascones?
Además de los guardabosques y algunos robustos jayanes que ganaban su vida carboneando y cortando leña en los vecinos montes, veíase allí á un músico de rubicunda nariz, á un alegre estudiante de Exeter, y más allá un sujeto de enmarañados cabellos y luenga barba, envuelto en tosco tabardo y un joven, al parecer montero ó paje, cuyo raído jubón no reflejaba gran crédito sobre la munificencia de su señor, quienquiera que fuese.
Vos, ¡don villano ruin!, le dije yo, ¿por qué no sois biencriado? ¿"Manténgaos Dios", me habéis de decir, como si fuese quienquiera? De allí adelante, de aquí acullá me quitaba el bonete y hablaba como debía. "¿Y no es buena manera de saludar un hombre a otro, dije yo, decirle que le mantenga Dios?"
Hubiérase dicho que la contrariaba el interés que quienquiera que fuese le mostraba, excepto el de Oliverio que de todos los intereses que pudiera esperar era el más escaso. Antes hubiese aceptado el implacable desdén de este último que someterse a una conmiseración que la ofendía.
Ni siquiera lo presumo; pero si pudiera pagar de igual modo todas mis deudas... ¿Debe usted algo más? Casi el doble de lo que he pagado, o, mejor dicho, de lo que han pagado por mí. Y si, quienquiera que haya sido, se presentara nuevamente para continuar la liquidación, le ruego que me avise. Lo haré con mucho gusto.
Palabra del Dia
Otros Mirando