United States or Algeria ? Vote for the TOP Country of the Week !


Si es rica, ella y su marido y su prole están siempre aseados y bien vestidos.

De los que traía muertos en el zurrón no hablaba nunca, porque Ana no se lo había de perdonar, por haber todavía en este mundo almas sencillas que no hallan placer en que se mate, a la entrada misma de la cueva donde tiene a su compañera y a su prole, a los pobres animales que han salido a descubrir, para mudarse de casa, algún rincón del bosque rico en yerbas.

Con las hembras no había sido tan cariñoso como con los machos: los latigazos que su mano descargaba en los momentos de ira, caían únicamente sobre aquéllas; pero un día cesó de establecer esa diferencia, al ver que una perra, después de haber dado a luz con muchos sufrimientos media docena de cachorros, se enfermó, pero no consintió, en que se la quitaran sus hijos, y tan lastimosamente aulló, que, por fin, se los devolvieron, y expiró con toda su prole prendida del pecho.

La nocturna reunión era una queja continua contra la injusticia social. Se sentían más desgraciados al darse cuenta exacta de su estado. El zapatero recordaba con los ojos lacrimosos al pequeñuelo muerto de hambre, y hablaba de la miseria de su prole, tan numerosa que hacía inútil su trabajo.

Los más eran padres de familia, con señora encopetada y con prole. Ni ellos ni yo queríamos, debíamos ni podíamos volver a la vida pasada, salvo el hacer resurgir del seno de lo que fue, y por evocación mágica, una fugaz apariencia que, no bien se dejaba columbrar, mostraba marchitas y ajadas las lindas galas que en el recuerdo había conservado.

Vería mis esfuerzos, mi deseo de ser útil a su prole, a su provincia y a su raza, y satisfecho, se acomodaría lo mejor posible para la eterna siesta. ¡Ya, nunca más vería su panza amarilla! Y entonces me mordía el apetito de marchar, ya libre y tranquilo a gozar la alegría de mi oro, al Loreto o los boulevares, sorbiendo la miel de las flores de la civilización.

Toda su prole se sublevaba. Sólo se componía de unos cien muchachos, pero se hubiera dicho que la tierra entera había empezado á gritar. Por primera vez en su vida Eva contempló atentamente á sus hijos. Eran demasiado feos para presentarlos al Señor. Tenían los cabellos en maraña, las mejillas manchadas de barro seco y las narices cubiertas de costras.

Esta mañana Cuando tocaba á vuelo la campana Y tronaba la salva del cañon, Sintió fuego patriótico en el alma Y cual hojas al tronco de la palma Su valerosa prole le rodeó. Sobre su calva é inspirada frente Relucía la chispa refulgente Que fijó con su dedo el Hacedor: Abrió sus ojos á la luz süave, Y arrojó una mirada dulce y grave A sus retoños, que en amor regó.

Era una hija natural, legitimada luego, como casi toda su prole: un producto de su harén libre, en el que se mezclaban beldades sarracenas y marquesas italianas.

Bastaría mirar sin prevención todo esto, aunque se careciese de otras pruebas, para entender que el marqués y la marquesa se amaron de verdad; porque del enlace frío y por mero cumplimiento de un deber, no nace jamás tan lucida y generosa prole.