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Actualizado: 9 de mayo de 2025


Ahora todo ha cambiado; no hay sueños para el alma; la frente, antes soñadora, tiene ya la palidez del primer dolor; ya probé las amarguras de la vida, y que sus dejos se quedan en los labios para siempre.

El señor tiene la culpa de que yo citara á juicio á mi contrario. Yo soy un probe ... y ya me había conformado con las razones que el señor me dió en su casa. MERLÍN. ¡Hola, tunante!; ¿conque me echas la culpa? Señor alcalde.... DEMANDADO. Lo , y de no tema usted nada, mucho menos ahora que el señor alcalde ha sabido administrar recta justicia. ALCALDE. Se da por terminado el juicio.

El otro perdíase bajo un oleaje de arrugas concéntricas que parecían afluir a la cuenca negruzca y hundida. El señor Juan no contestó. Con nervioso impulso corrió a la cocina, llamando a la señora Angustias. Pero mamita, ¿quién es esa mujer, esa tuerta roía que está lavando er patio? ¡Quién ha de , hijo!... Una probe.

Sólo llegaban, aunque confusos y vagos, el resonar de las castañuelas y el son de la guitarra, y un leve murmullo, causado todo por los criados de Pepita, que tenían su jaleo probe en la casa de campo. Antoñona abrió la puerta del despacho; empujó a D. Luis para que entrase, y al mismo tiempo le anunció diciendo: Niña, aquí tienes al señor D. Luis, que viene a despedirse de ti.

Señó: paece mentira que mi tío se porte tan mal con los suyos, siendo un cañí. ¡Con tanto que le quería el probé de mi pare!...

Usté es un probe como yo, pero con más suerte, con más aquel en su ofisio, y si ha hecho dinero, bien se lo yeva ganao. Yo le tengo mucha ley, señó Juan. Le quiero porque es un mataor de vergüensa, y yo tengo debiliá por los hombres valientes. Los dos somos casi camarás; los dos vivimos de exponer la vida.

Era una digestión de boa, de estómago acostumbrado a nutrirse irregularmente, con prodigiosos atracones y largas épocas de ayuno. Gallardo le ofreció un cigarro habano. Grasias, señó Juan. No fumo, pero me lo guardaré pa un compañerito que anda por er monte, y el probe apresia más esto der fumá que la misma comía. Es un mozo que tuvo una desgrasia, y me ayuda cuando hay trabajo pa dos.

Me tienen por lástima en casa de la Pepona, que es de allá... de la tierra. Una casa muy decente: de a cinco duros. Ven por allí, que te apresian de veras. Peino a las chicas y hago recaos a los señores... ¡Ay, si viviera mi probe hijo! ¿Te acuerdas de Pepiyo?... ¿Te acuerdas de la tarde en que murió?...

¡Malos peces vos coman, arrastrás! ¿No veis á esa probe mujer que vos ascucha? gruñó el viejo pescador, interponiéndose entre las dos mujeres y señalando á la viuda. ¡Ayyy! suspiró ésta al oirlo, limpiándose los ojos con las greñas. ¿Falta dinero? Pus hacervos la cuenta de que se lo tragó la tierra, y en paz.... Vengan esos cuartos añadió el viejo en tono brusco.

Tiene una pierna hecha porvo, un puntaso bajo el brazo, ¡y qué yo!... El probe está como mi santo... Vamo a yevarlo a casa. Cerrada la noche, salió Gallardo del circo tendido en una camilla. La multitud marchaba silenciosa detrás de él. El viaje fue largo.

Palabra del Dia

ciencuenta

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