United States or Micronesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ya le dije cómo los pillé en mi casa el domingo pasado: tengo testigos. Los llevaré al juzgado, y si él no se pone en razón y hace lo que le corresponde, irá á un presidio y ella á la galera. , hombre, dijo Aresti. Recuerdo tu asunto. Me gusta verte más tranquilo que el otro día. ¿Pero qué voy a hacer yo?

Iría a presidio probablemente, si hablara. «En fin, en puridad, tenía... y miraba a los lados al decirlo tenía un precioso manuscrito de Felipe II, un documento político de gran importancia». Lo había robado en el archivo de Simancas. ¿Cómo? ese era su orgullo. Así es que Bedoya, seguro de aquella superioridad, miraba por encima del hombro a los demás anticuarios y callaba.

Algunas muchachas, de sueltos ademanes, avanzaban cautelosas, con paso de gatas, hasta confundirse con los grupos de los mozos, chillando cuando éstos las ofrecían una copa después de innumerables pellizcos y restregones de brutal deseo. Salvatierra escuchaba a Juanón, un antiguo camarada que trabajaba en el cortijo y había hecho el viaje a Jerez, sólo por verle cuando llegó del presidio.

Jurados y pido justicia. + Don Pedro MorelEsta solicitud fué leída en Cabildo que presidió el Asistente conde de la Puebla del Maestre en viernes 9 de Junio del citado año de 1628, acordándose lo siguiente, según consta en el acta capitular de dicho día y dice así: «Leí la petición de don Pedro Morel alcalde de la cofradía nuevamente instituída dolor de las tres negociaciones de san Pedro en que dicen que quieren hacer la fiesta y piden licencia para correr ocho toros sueltos con atajar las calles y otras cosas que se contienen en la dicha petición;

Desde el día en que presidió el entierro de don Santos Barinaga, don Pompeyo no volvió a tener hora buena, de salud completa. Los escalofríos que le hicieron temblar en el cementerio y se repitieron, cada vez más fuertes, durante la enfermedad que siguió a la gran mojadura, volvían de cuando en cuando.

¿Es de veras eso, chico? dijo acercándose a él sonriente y tomándole con sus dedos finos sonrosados la barba . No lo creo.... no tienes temperamento de enamorado.... Y si no, vamos a probarlo.... Si yo te mandase hacer una cosa que pudiera costarte la vida, o lo que es aún peor, la honra ... algunos años de presidio..., ¿lo harías? ¡Ya lo creo! ¿?... Pues mira, quiero que mates a mi marido.

Un último favor del destino colocó á mi lado un sacerdote excelente, el capellán del presidio, que se interesó por mi desgracia al verme tan diferente de mis compañeros de expiación. Se dedicó á conducirme al bien y de sublevado y furioso, me convirtió en dulce y resignado. Despertó en mi alma las creencias de la infancia y me mostró el cielo como supremo recurso y la oración como único consuelo.

El oficial de sala de la Audiencia que fue a leerle la sentencia a la cárcel se creyó en el deber de prodigarle consuelos. El caso no era desesperado. El Tribunal Supremo podía aún casar la sentencia. Si esto no sucediese, él era todavía joven y volvería seguramente del presidio, sobre todo teniendo en cuenta las rebajas de tiempo que el gobierno otorga de vez en cuando, etc., etc.

Diego de Abreu se opone al general, y el autor recibe carta de Alemania. No contento Abreu con esta maldad, tumultuó la provincia, ciudad y presidio de la Asumpcion, y trataba de enviar gente contra nosotros que ibamos acercándonos con nuestro general. Pero Abreu no quiso abrirle las puertas, ni entregarle la ciudad, ni reconocerle por superior.

Allí, entre la gente de aquel presidio, se eligieron los veinte y cinco soldados, que se habian de embarcar, á cargo del alferez D. Salvador Martin de Olmo: porque, aunque deseaba el Señor Gobernador de Buenos Aires, que fuese mayor el número de los soldados, y habia otros muchos que se ofrecian voluntariamente á esta expedicion, no fué posible aumentar el número, por no permitirlo el buque del navichuelo.