United States or Cocos Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Este capón no tiene coyunturas, exclamaba el infeliz sudando y forcejeando, más como quien cava que como quien trincha. ¡Cosa más rara! En una de las embestidas resbaló el tenedor sobre el animal como si tuviera escama, y el capón, violentamente despedido, pareció querer tomar su vuelo como en sus tiempos más felices, y se posó en el mantel tranquilamente como pudiera en un palo de un gallinero.

Por último, se ofreció con labio balbuciente, embargado por la emoción, como el ejemplar o archetipo que Lucía había soñado. Esta posó en él una larga y profunda mirada que le turbó aún más, exhaló después un delicado suspiro y guardó silencio. Al cabo de algunos instantes tomó de nuevo la palabra con voz temblorosa.

Lucía posó suavemente la mano sobre el pecho de Doña Blanca. Entonces notó con pena que los latidos de su corazón habían perdido el ritmo natural: eran desordenados y anormales; pero no dijo nada por no asustar á la paciente y á su hija. El cuidado que requería Doña Blanca no consintió que prosiguiese el diálogo entre Clara y Lucía.

Nancy se detuvo bruscamente, porque Godfrey se quitaba el sombrero con las manos trémulas y se volvía hacia su mujer con el rostro pálido y la mirada extraña y fría como si la viera realmente, como si la viera desempeñando un papel en una escena que ella misma no viera. Nancy posó una mano sobre el brazo de su marido, no atreviéndose a seguir hablando.

Príncipe posó la mirada de sus vivos y penetrantes ojos sobre la joven, y contuvo el aliento hasta que ella anunció: Madre llegará hoy o mañana. ¡Ah! dijo Príncipe con dulce y lánguida sonrisa. ¿El coronel Roberto está aquí también? preguntó Carolina después de una pausa. El coronel Roberto ha muerto; por segunda vez ha enviudado su madre. ¡Muerto! repitió Carolina.

Decid... ¿si él me ama y me considera digna de él, será justo que me haga expiar tan duramente mi fortuna?... Decid... ¿no debe aceptar ser mi marido? Juan dijo gravemente el anciano sacerdote, ¡ su esposo... es tu deber... y será tu felicidad! Juan se acercó a Bettina, la tomó en sus brazos y posó en su frente un primer beso.