Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de junio de 2025
Pues verán ustedes de qué manera ingeniosa, con qué donosura y originalidad desato yo este intrincado nudo, en que el lector, suspenso de los imaginarios hechos, los mira como si fuesen reales y efectivos. ¿Que les parece á ustedes que voy á inventar? ¿A ver?» Todos nos quedamos con la boca abierta, sin saber qué contestarle.
Su aprendizaje había sido rudo y tremendo; por eso en sus consejos nunca se olvidaba de incluirme este: "Mirá, si querés pasar de sargento, aprendé la pluma; sin esto y movía la mano en el aire como quien escribe es al ñudo forcejear."
El amor, como toda pasión vehemente y es el amor la más vehemente de todas es conciso en su expresión, monosilábico, casi mudo. La palabra muere en el nudo que la emoción forma en la garganta.
Trabajo le costó a Isidora admitir la funesta verdad que se le quería anunciar con caritativas precauciones, y tragando saliva para deshacer aquel nudo que en su garganta se formaba, habló con medias palabras de esta manera: «Quién sabe... Todavía... Pero yo quiero verle. Vamos, que no... Ya...». El buen señor estaba impaciente. Tenía que hacer.
Aquella pequeña traición los ató con nudo más fuerte, estableció entre ellos una relación singular que el conde no se atrevía a definir en su pensamiento, medroso de resbalar en un abismo.
Hecimos la acostumbrada prueba, yendo cada uno primero que yo, de los mismos tres que estábamos, pero a ninguno se rindió la caña sino a mí, porque, en llegando yo, la dejaron caer. Desaté el nudo, y hallé cuarenta escudos de oro españoles y un papel escrito en arábigo, y al cabo de lo escrito hecha una grande cruz.
La repeticion misteriosa de las palabras TANTO MONTA en la pintura del cielo de la escalera principal y en los artesonados de las salas, y el yugo con el nudo gordiano, y los haces de flechas, muestra que ésta era una divisa del rey católico y el recuerdo de una grande hazaña.
Inmediatamente que se vió en su casa, se sienta, deshace el nudo que tenia la esquina de un pañuelo, saca cuatro napoleones que habia envueltos allí, y se los mete en el bolsillo exclamando: mucha más falta me hacen á mí que al señor Alfonso de Lamartine. Con estos veinte francos, haré un vestido nuevo á mi hijo Vicente.
Y aquí la joven sentía un inmenso nudo en la garganta, una presion en el corazon y pedía á la Virgen la dejase antes morir. Pero, al menos, decía su conciencia, él sabrá que he preferido empeñarme á empeñar el relicario que él me ha regalado.
Entonces se deslizó hasta la puerta de escape que la alcoba tenía en el pasillo y volvió a poner el oído. Al cabo de un momento pudo oír una respiración igual y serena. Un vivo estremecimiento corrió por todo su cuerpo al percibirla. Sintió un nudo en la garganta, pero un nudo de fuego: el corazón quería saltarle del pecho: apoyó las manos sobre él para apagar el ruido de las palpitaciones.
Palabra del Dia
Otros Mirando