Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 17 de junio de 2025


D. Mariano Irigoyen, Abogado de esta Real Audiencia; el Sr. D. Norberto Quirno, vecino y del comercio; el Sr. Dr. D. Vicente Anastasio Echavarria, Abogado de esta Real Audiencia; el Sr. D. José María Riera, vecino y del comercio; el Sr. D. Pedro Martinez Fernandez, idem; el Sr. Dr. D. Bernardo de la Colina, Presbitero; el Sr.

Sus mismos compañeros, cuando hablaban de él, lo hacían sin dejar de los labios una sonrisa medio protectora, medio burlona. Para las damas, la virtud del P. Norberto no tenía poesía, carecía de ese encanto especial que en otros sacerdotes la hace contagiosa, era una virtud pedestre, que no se traducía en conceptos delicados y sublimes como en el P. Narciso, el P. Gil y otros.

¡Hurra por el cura! rugió D. Martín, echando el caballo y recogiendo la baza. Amigo, yo pensé que D. Martín no tendría el caballo suspiró D. Norberto, dirigiéndose a Consejero con ojos de angustia. Lo pensó usted porque es un babieca y lo ha sido toda su vida repuso éste con afectada naturalidad donde se traslucía la cólera.

Sentáronse Consejero, D. Norberto y él a la mesa, y no tardaron en abstraerse de todos los ruidos mundanales bajo la influencia fascinadora de la espada, la mala y el basto. Poco después Consejero rechinaba los dientes y se tiraba cruelmente del bigote, encontrándose dos veces seguidas con el tres de bastos, su enemigo personal. Hacía ya muchos años que se tenían declarada una guerra a muerte.

¡D. Norberto! ¿Qué es eso? ¿Qué le pasa? Hola, querido. Nada, nada... no es nada respondió sin aturdimiento. le pasa algo... ¿Qué le han hecho a usted en esa casa? Nada, nada... Vámonos que se reúne gente. ¿Se va usted a ir sin sombrero? Es verdad... Voy a pedirlo... Aguarda un poco.

En un momento en que me vi sola, eché a correr hasta que hallé a unas mujeres. ¿Qué? ¿Tenía usted miedo que la tomasen por una de esas palomas que aquí el P. Norberto caza con lazo? tornó a decir D. Martín con ático humorismo de cuartel. La joven se ruborizó hasta las orejas. Doña Eloisa dirigió una mirada severa a su marido. Vamos, no empieces a barbarizar, Martín.

Su llegada al grupo donde estaban Consejero, D. Martín, Osuna y otro caballero militar de Lancia fue acogida con alegría. Te presento dijo D. Martín a su amigo forastero, bajando la voz y echando una mirada recelosa alrededor para cerciorarse de que no le oía su mujer, al padre Norberto, un cura que te podrá informar de todos los chamizos de la población, si deseas conocer alguno.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando