Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de junio de 2025
Le tentaba los brazos para convencerse de su fuerza; le hacía relatar sus peleas nocturnas, como valeroso campeón de una de las bandas de muchachos licenciosos, llamados patotas en el argot de la capital. Sentía deseos de ir á Buenos Aires para admirar de cerca esta vida alegre. Pero ¡ay! él no tenía diez y seis años como su nieto. Ya había pasado de los ochenta. ¡Ven acá, profeta falso!
Y la luna seguía corriendo, como despeñada, a caer en el abismo de la nube negra que la tragaría como un mar de betún. Ana, casi delirante, veía su destino en aquellas apariencias nocturnas del cielo, y la luna era ella, y la nube la vejez, la vejez terrible, sin esperanza de ser amada.
En las grandes ciudades hay escuelas nocturnas para personas adultas de ambos sexos, en tanto que los hombres que forman parte del ejército y de la armada reciben instrucción especial. A veces el gobierno da becas a varios jóvenes, que van a estudiar en los Estados Unidos o en Europa.
Miles de duros apostarían ellos contra las pesetas que pudieran ofrecer aquellos rurales de Guipúzcoa, que vivían del miserable cultivo de la tierra. Y en sus reuniones nocturnas acordaban los detalles de la apuesta, con arreglo á lo convenido por cartas y hasta por mensajeros, con los lejanos enemigos. El próximo domingo sería la lucha en la plaza mayor de Azpeitia.
Pronto notaron todos los vecinos, cundiendo la noticia por el resto de la población, las constantes visitas nocturnas de don Paco; pero como Antoñuelo solía ir también, y entre don Paco y Juanita había tan grande desproporción de edad, la gente murmuradora lo explicó todo suponiendo que Antoñuelo era novio de Juanita, y que don Paco tenía o trataba de tener relaciones amorosas con la madre, la cual, a pesar de sus cuarenta y cinco años y de los muchos trabajos y disgustos que había pasado en esta vida, apenas tenía canas, y estaba ágil, esbelta, y aunque de pocas, de bien puestas, frescas, apretadas y al parecer jugosas carnes.
En una de mis nocturnas excursiones en Lóndres me hallé cerca de siete ú ocho músicos italianos que daban un concierto público en una esquina de la gran calle del Regente.
Vuela de flor en flor, como decía, sacando de cada parte sólo el jugo que necesita: repáresela de noche; indudablemente ve como las aves nocturnas: registra los más recónditos rincones, y donde pone el ojo pone el gancho, parecida en esto a muchas personas de más decente categoría que ella, su gancho es parte integrante de su persona; es en realidad su sexto dedo, y le sirve como la trompa al elefante; dotado de una sensibilidad y de un tacto exquisitos, palpa, desenvuelve, encuentra; y entonces, por un sentimiento simultáneo, por una relación simpática que existe entre la trapera y su gancho, el objeto útil, no bien es encontrado ya está en el cesto.
D.ª Robustiana se placía mucho en reunir á las comadres del pueblo y pasar entre ellas la velada oficiando de señora. También Regalado gustaba de dar rienda suelta á su temperamento jocoso y maleante á costa de las mujerucas. Por eso, aunque era ya bien entrada la primavera, se persistía en aquellas tertulias nocturnas propias del invierno.
En sus excursiones nocturnas, cogida del brazo del galán rústico que disfrutaba de su momentáneo apasionamiento, se encontraba con Luis Dupont y su cortejo de gente alegre.
El tren, rugiente, majestuoso y veloz, cruzó ante él, despidiendo la negra máquina centellas de fuego, semejantes a espíritus fantásticos danzando entre las tinieblas nocturnas. Pocos momentos después de que Miranda bajó a recoger su cartera, habíase abierto la puerta del departamento donde quedaba Lucía dormida, penetrando por ella un hombre.
Palabra del Dia
Otros Mirando