United States or Réunion ? Vote for the TOP Country of the Week !


López prometiendo enviar un obrero de la Estación Sericícola de Murcia y fundar una Escuela Práctica en San Juan de Aznalfarache, en el salón antes mencionado, á lo que accedió gustoso su dueño, quedando así acordadas las bases generales para desarrollar su plan en la primavera próxima.

CIPIÓN. De buena gana te escucho, por obligarte a que me escuches cuando te cuente, si el cielo fuere servido, los sucesos de mi vida. BERGANZA. Al cabo de veinte días los #gitanos# me quisieron llevar a Murcia.

El rey Radmir les ofreció seguridad en las vidas y haciendas, y que fuesen libres en morar en aquella ciudad, ó retirarse á otra parte: y con esto se entregó la ciudad, y muchos nobles Muzlimes pasaron á Valencia á Murcia: esto pasó el año quinientos doce: el rey Amad-Dola se retiró con toda su familia á la fortaleza de Rot-Alyehud.

»En fin, yo me determiné de fiarme de un renegado, natural de Murcia, que se había dado por grande amigo mío, y puesto prendas entre los dos, que le obligaban a guardar el secreto que le encargase; porque suelen algunos renegados, cuando tienen intención de volverse a tierra de cristianos, traer consigo algunas firmas de cautivos principales, en que dan fe, en la forma que pueden, como el tal renegado es hombre de bien, y que siempre ha hecho bien a cristianos, y que lleva deseo de huirse en la primera ocasión que se le ofrezca.

En sus Cartas filológicas, Murcia, 1634, se encuentra una á Lope de Vega en defensa de las comedias y de la representación dellas, cuyo principio dice así: «Muchos días ha, Señor, que no tenemos en Murcia comedias: ello deve ser porque aquí han dado en perseguir la representacion, predicando contra ella, como si fuera una secta ó gravísimo crimen.

#Una# mañana se levantó el aduar, y se fueron a alojar en un lugar de la jurisdición de Murcia, tres leguas de la ciudad, donde le sucedió a Andrés una desgracia que le puso en punto de perder la vida; y fué que, después de haber dado en aquel lugar algunos vasos y prendas de plata en fianzas, como tenían de costumbre, Preciosa y su abuela, y Cristina con otras dos gitanillas, y Andrés, se alojaron en un mesón de un viuda rica al cual tenia una hija, de edad de diez y siete o diez y ocho años, algo más desenvuelta que hermosa, y, por más señas, se llamaba Juana Carducha.

En cambio, Aixa, apartándose del religioso, subió los peldaños con la resolución misteriosa de los sonámbulos. Ramiro oyó sorprendido que se la condenaba como relapsa, por haber sido reconciliada, cinco años antes, en un autillo de Murcia.

Muy urgente era por cierto la victoria, porque los terribles almohades, en su fervoroso celo por el triunfo del Islam, á nada menos habian aspirado que á la completa estincion de la de Cristo en Andalucía, y así en Córdoba, Sevilla, Jaen y Murcia, no habia ya cristianos mas que entre los cautivos .

De allí parte una serranía paralela á las anteriores, con el nombre de Sierra Morena, separando las planicies manchegas y estremeñas, de la Andalucía; en tanto que la serranía reproductora se dirige al sur, como si buscase al Africa, para determinar al fin, con otro cambio brusco de direccion, la famosa Sierra Nevada, que corta de oriente á poniente la Andalucía, creando una tremenda muralla entre su parte llana y la costa del Mediterráneo, despues de haber separado en su línea trasversal á la misma Andalucía del reino antiguo de Murcia.

En estas provincias, y á lo largo de las costas del mar Mediterráneo hasta Valencia y Murcia, se convirtió poco á poco el latín corrompido en el mismo dialecto lemosino ó provenzal, aunque algo modificado, que se habló en la parte meridional de Francia hasta las fronteras italianas . Si la comunidad del idioma debió unir á los paises citados con la patria natural de los trovadores, estos lazos se estrecharon más con las frecuentes alianzas de los príncipes, que dominaron en ambas vertientes de los Pirineos, y con el continuo trato y comercio de aragoneses, catalanes y provenzales, y abrieron á la civilización, que florecía entre los últimos, rápida y fácil senda para penetrar entre sus vecinos los españoles.