Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de octubre de 2025


Cuando don José comenzó a titular a su matador «el torero de la aristocracia», sintió Gallardo la necesidad de corresponder a esta distinción instruyéndose, para que sus poderosos amigos no rieran de su ignorancia, como les ocurría con otros compañeros de profesión. Un día entró en una librería con aire resuelto. Envíeme usté tres mil pesetas de libros.

La casualidad hizo también que el padre se apercibiese de los amores de su hija con un extranjero, y... ya os lo he dicho: una bala fue a hospedarse en la cabeza de mi doméstico, que puesto en la calle por su matador, apenas tuvo tiempo para declarar... que después de haberle herido... el padre había extrangulado a su hija. Este drama me impresionó fuertemente, y escapé.

¡Dotor... dotor! gimió el banderillero, suplicando por saber la verdad. Y el doctor Ruiz, tras largo silencio, volvió a mover la cabeza. ¡Se acabó, Sebastián!... Puedes buscarte otro matador.

Inés pide al Rey justicia contra el matador, y ejecuta entonces verdaderamente su proyecto, fingido antes, de entrar en un convento.

Fue una exclamación de horror que conmovió a toda la plaza; un espasmo que hizo poner de pie a la muchedumbre, con los ojos agrandados, mientras las mujeres se tapaban la cara o se agarraban convulsas al brazo más cercano. Al tirarse el matador, su espada dio en hueso, y retardado en el movimiento de salida por este obstáculo, había sido alcanzado por uno de los cuernos.

El empleado, conmovido por el apretón de manos de Antonio y por el parentesco de aquellas dos personas con un matador de fama, mostrábase obsequioso. Si quería aguardar la señora a la terminación de la fiesta, podía descansar en la casa del conserje. Si deseaba ver la corrida, él sabría colocarlos en buen sitio aunque no llevasen billetes.

Un certificado de los médicos bastaba para acreditar su inutilidad momentánea, y el apoderado se pondría de acuerdo con los empresarios de las plazas para resolver las contratas pendientes, enviando un matador de los que empiezan, el cual sustituiría a Gallardo por una modesta cantidad. Aún ganarían dinero con este arreglo.

Como que me recuerdas al difunto padre Bernardo, que fué un tiempo capellán de la Guardia Blanca y que era un ángel con verrugas y cabellos canos. Por cierto que en la batalla de Brignais lo atravesó con su pica un soldado tudesco al servicio del rey de Francia, sacrilegio por el cual obtuvimos que el Papa de Avignón excomulgara al matador.

La muerte de Villafañe ocurrió en territorio chileno. Su matador sufrió ya la pena del talión: ojo por ojo, diente por diente. La justicia humana ha quedado satisfecha; pero el carácter del protagonista de aquel sangriento drama hace demasiado a mi asunto para que me prive del placer de introducirlo.

Ellos, que ignoraban quién fuese la persona asesinada, lo llevaron á ocultar al convento de San Francisco, y al divulgarse á poco el crimen, se mandaron poner guardias en las salidas del convento, mientras el asunto era objeto de todas las conversaciones en la ciudad y las familias del muerto y del matador sufrían las mayores inquietudes y zozobras.

Palabra del Dia

estrenaríamos

Otros Mirando