Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de octubre de 2025
Prueba no desfavorable de la crítica de este tiempo, nos ofrece El Heráclito y Demócrito de nuestro siglo, por Antonio López de Vega: Madrid, 1641. Llora, i rie, en una misma ocasion. Introduze lo jocoso muchas veces en el paso de suspension, que moviendo á risa, disminuye, i aun, desvanece el efecto, que era del intento.
Entonces él, adoptando un tono jocoso y desenfadado, dijo: ¿Me permite usted descansar un momento en esta silla? No es mía respondió secamente. Supongamos que lo fuese. Si lo fuese no estaría en un establecimiento de Puerta de Tierra. Voy á comprarla y se la regalo. ¿Qué haría usted? Dejarla donde está. ¿Conmigo encima? Con usted ó con otro. Me es igual. Si le es á usted igual, me quedaré yo.
Nosotros, por cierto, no le dijimos nada a Walker sobre nuestra curiosa investigación, porque considerábamos en ese momento que el asunto era estrictamente confidencial. El hablaba de mi herida de un modo jocoso, declarando que muy pronto recuperaría mi salud, si es que tenía un poco de paciencia.
Disimuló, sin embargo, lo echó a risa y siguió la plática en tono jocoso.
Pues yo, con tu permiso también, querido Gustavo manifestó Tristán adoptando el mismo tono jocoso , no pienso que la vida sea una comedia interesante. Me parece que es o una tragedia espeluznante o un sainete no siempre gracioso. En el primer caso debemos retirarnos temprano del teatro. Las emociones fuertes turban la digestión.
Otros había que, guiados del mismo frenesí, le ponían claveles en la ventana, plantaban ramos delante de su casa y le cantaban al oído lisonjas y requiebros Dios sabe con qué torpes fines. El jocoso mayordomo iba á caer de nuevo sobre el grupo de jóvenes guerreros cuando por el camino del río, desembocando ya en la plazuela, vió llegar á Eladia con una herrada sobre la cabeza.
Don Fadrique se burlaba de la seriedad vulgar é inmotivada, en virtud de una seriedad exquisita y superlativa; por lo cual era jocoso. Conviene advertir, no obstante, que la jocosidad de D. Fadrique rara vez tocaba en la insolencia ó en la crueldad, ni se ensañaba en daño del prójimo. Sus burlas eran benévolas y urbanas, y tenían á menudo cierto barniz de dulce melancolía.
Así en lo serio como en lo jocoso, tiene el libro escenas de extraordinaria belleza, cuadros insuperables de costumbres. Si yo hubiera de elegir entre los capítulos del libro, me fijaría sin duda en La hoguera de San Juan. La luz de esa hoguera es luz de Rembrandt.
Le respondió con benevolencia, y un poco más sereno y confiado, volvió a entablar conversación con ella, procurando mostrarse familiar y jocoso, tanto más cuanto que deseaba alejar el malestar y la inquietud que se cernía sobre ellos. Rezaron el rosario. Luego cenaron con la vitualla que traían. Mientras duró la cena, Obdulia estuvo oportuna y alegre.
Pero Soledad, en vez de responderle, se dirigió en voz alta y tono jocoso á sus amigas, que marchaban delante. Andad más vivito, hijas, que llevamos paso de procesión. ¿Queréis pasar la noche al fresco? Cayéronsele al guapo las alas del corazón. En su vida se había sentido tan triste. Aún tuvo fuerzas para exclamar: Vamos, Soledad, olvida mis faltas.
Palabra del Dia
Otros Mirando