Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de junio de 2025
El, que sintió lo que había visto, como discreto, se previno diciendo: "Señor licenciado, no es oro todo lo que reluce; debióle parecer a vuestra merced en viendo el cuello abierto y mi presencia que era un conde de Irlos." Yo le dije que le aseguraba me había persuadido a muy diferentes cosas de las que veía.
A cuyo efecto tomarán todas las luces necesarias del Comandante de Frontera, Maestre de Campo, y Sargentos Mayores antiguos y de juicio; pudiendo tener presente el expediente obrado en el año de 78 y 79 con este objeto: formando al mismo tiempo un cálculo de lo que podrá costar cada obra de por sí, con distincion y separacion, pudiéndose hacer las murallas de adobes ó de palisada si el terreno lo facilitase; y teniéndose presente cuanta economia se pueda, atendido el costo que se vá á emprender y demas precisas urgencias del ramo; considerando que las poblaciones no deben ser dilatadas: á cuyo efecto las cuadras tendrán solo cien varas; informando si de lo que se adelanten estas y los fuertes, podrá resultar acaso el que los indios se recelen de irlos á estrechar.
¡Y criar hijos pacíficos para irlos despues á someter al yugo!, continuó Simoun remedando cruelmente la voz de Basilio. ¡Valiente porvenir les prepara usted, y le han de agradecer una vida de humillaciones y sufrimientos! ¡Enhorabuena, joven! Cuando un cuerpo está inerte, inútil es galvanizarlo.
Si los indios hubiesen penetrado, conocerán el rastro; y continuando el uno, y regresando el otro, ambos á la disparada, se pondrá en armas la frontera, y reunirán las fuerzas antes que los indios hayan podido consumar el robo; que se les podrá quitar en la misma frontera ó dentro, sin necesidad de irlos siguiendo muchos dias inútilmente, como ha sido preciso hasta aquí.
Doña Luz tenía resuelto no ir a Madrid mientras pudiera no ir: quedarse en Villafría viviendo en su casa solariega; tener allí su centro, su cuartel general, su nido; cuidar desde allí de sus bienes e irlos mejorando y aumentando; ahogar en su alma toda propensión celosa; y, no ya consentir, sino impulsar a su marido a que fuese él solo a la capital, a brillar en el Congreso de Diputados, en las luchas políticas y en los negocios militares.
Suscítase una disputa acalorada, que sólo termina cuando se anuncia que Zamora queda libre de toda sospecha de complicidad en el asesinato de Don Sancho, y que Diego de Lara es, sin embargo, el vencedor. En otras tres obras, á saber: en El nacimiento de Montesinos, en El conde de Irlos y en Alarcos, ha dramatizado también con igual fortuna Guillén de Castro asuntos tomados de antiguos romances.
Dicen algunos que la salida que hice la última noche fuera mejor hacerla cuando los turcos desembarcaron, que éramos más, y más enteros y fuertes podíamos pelear con ellos con 2 ó 3.000 hombres ó más: éstos hablan como mal pláticos ó mal informados, ó demasiadamente apasionados, porque allende de que mi intento principal fuese entretener allí el armada, y sólo este particular me había hecho quedar allí, por las causas dichas, no había de salir temerariamente á perder aquella gente y hacer á los enemigos breve su empresa, sin poderles hacer daño; porque ellos se desembarcaron y alojaron en el propio alojamiento é fuerte que nuestro campo tuvo después de ganada la batalla cuando en aquella isla saltamos con el ejército, que ultra de estar cuatro ó cinco millas del fuerte, estaban ellos no menos fuertes en él que nosotros en el nuestro, y no sé cómo paresciera ó con qué razón se podía hacer ir con 2 ó 3.000 hombres que entre buenos y malos podía sacar, dejando el fuerte desamparado, no solamente á combatir con 12.000 turcos que estaban tan lejos de donde me podía retirar, y en un alojamiento muy fuerte y atrincheado, con 20 piezas de artillería, pero con todos los moros, que siendo nosotros 7 ó 8.000 hombres cuando saltamos en aquella isla, sin ayuda ninguna de turcos nos acometieron á dar batalla é pelearon de manera que tuvimos la victoria dudosa, y se habían puesto y alojado á nuestra mano izquierda, y por las espaldas teníamos los árabes que habían entrado en la isla por orden del Dragut, que serían 1.500 caballos; é ultra de todas estas dificultades, había otra que no era menor, y era, para haber yo de acometer á los turcos en su alojamiento, me era fuerza ir de marina á marina, donde ellos con sus galeotas, fustas é bergantines me batían por costado; así que de salir á buscar los enemigos é irlos á combatir á su alojamiento, no podía suceder sino la pérdida de todos los que saliéramos y de los que quedaran en el fuerte.
Nac. de París, Fr., 3.652, fol. 115. Esta minuta de mano de Antonio Pérez, para memoria de lo que Manuel Don Lope había de razonar al Rey, está escrita en dos columnas y separados los párrafos por rayas de tinta que cortan toda la columna para darles más relieve é irlos tomando de memoria. El de Draques es significativo.
«Siéntese, Sr. D. José, y no se excite tanto. Hay que llevar estas cosas con paciencia». ¡Con paciencia, con paciencia! exclamó Ido, que en su estado eléctrico repetía siempre la última frase que se le decía, como si la mascase, a pesar de no tener muelas. Sí, hombre; estos tragos no hay más remedio que irlos pasando. Amargan un poco; pero al fin el hombre, como dijo el otro, se va jaciendo.
Palabra del Dia
Otros Mirando