Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de julio de 2025


Bello contraste con las tinieblas del fondo de la catedral, vasto sepulcro de piedra donde se sentia el reprimido murmullo de los espectadores invisibles! Aquella escena tenia no qué de profundamente misterioso y solemne, como una iniciacion masónica ó de iluminados.

Escuchaban inmóviles los encapuchados, mirando a Jesús, que acogía estos trinos sin dejar de lagrimear bajo el peso del madero y el punzante dolor de las espinas; hasta que el conductor del «paso», dando por terminada la detención, golpeaba un timbre de plata en la delantera de la plataforma. «¡ArribaEl Señor del Gran Poder, tras algunos vaivenes, se hacía más alto, y comenzaban a moverse como tentáculos, a ras del suelo, los pies de los invisibles portadores.

El novelista tiene la obligación ineludible de no fatigar jamás al lector, de mantener su atención despierta, sujeto su espíritu por lazos invisibles para hacerle viajar sin sentirlo por el mundo imaginario. ¡Cuán poco nos acordamos los que escribimos novelas de este primer requisito de toda composición romancesca!

-Así es -respondió don Quijote-, y no hay que hacer caso destas cosas de encantamentos, ni hay para qué tomar cólera ni enojo con ellas; que, como son invisibles y fantásticas, no hallaremos de quién vengarnos, aunque más lo procuremos.

Luego, sin transición, se extendió sobre el cielo un día sereno, místicamente suave, somnoliento y bello; palpitante como si revoloteara en el aire la vida con alas invisibles; la Naturaleza despertaba a una exuberante resurrección. Y a la pobre enferma la sentaron al aire libre, postrada bajo aquel sol glorioso que lo doraba todo con sus rayos.

A su paso callaban los pájaros, mustiábanse las flores, caían al suelo los seres animados, se hacía el silencio. Sus pies, invisibles bajo la túnica de crespones, hacían temblar la tierra cual si estuviesen calzados con coturnos de hierro.

Ti-Chin-Fú y su cometa continuaban invisibles, remontados ciertamente al Cielo Chino de los abuelos, y ya el aplazamiento del remordimiento visible hacíame olvidar el deseo de la expiación. Sin duda el viejo letrado estaba fatigado de dejar sus regiones inefables para venir a reclinarse en mis muebles.

Los melodiosos ecos llenaban el alma del dolor más profundo y hacían verter lágrimas; parecían elevarse a las regiones celestes y dirigirse a seres invisibles que habitaban las mansiones eternas.

Un desagradable olor de moho, mezclado con el de la cera quemada, se me agarró a la garganta, mientras la luz de los cuatro cirios temblaba en la vasta obscuridad como al soplo de invisibles fantasmas. No qué fúnebre impresión se apoderó de ... Y como, por otra parte, no tenía nada que decir a la muerta, me apresuré a marcharme.

El aspecto de la tierra me sumerge en la desesperacion; busco un refugio en sus misterios, huyo cerca de los espiritus que la gobiernan; pero ellos no pueden socorrerme; les he pedido lo que no pueden darme, no les pido nada mas. ?Que es pues lo que pides, que no pueden concedertelo aquellos que lo pueden todo y que gobiernan los elementos invisibles?

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando