Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 2 de julio de 2025


La jovencita, leyendo en el alma de su padre como en la suya propia, comprendiendo su secreta inclinación, segura del afecto del Conde, debía haber sufrido, por esas dos personas queridas, y también algo por misma, ante la idea de que su intimidad de tantos años, pudiera concluir un día, y por lo tanto había aceptado el partido que iba a hacer imperecedera esa relación: no conocía a otros hombres, todavía no sabía establecer las diferencias entre un amor y otro amor, y había consentido.

Ambas van dedicadas al Duque de Sessa. En este propio año apareció también la Parte novena, primera que figura como publicada por el mismo Lope y en cuyo prólogo rechaza por ilegítimas todas las Partes anteriores. No tenía completa razón para ello: muchas de estas Partes habían sido editadas por personas de su intimidad y es de suponer que con anuencia del autor.

El nombre y la opulencia más aun la opulencia determinaron que fuese elegida de la comisión de damas para recibir y obsequiar, cuando el Centenario, a una altísima dama, nacida en alcázar. Me hice muy amiga de ella, honrándome mucho con su intimidad.

Este «abismo» era una metáfora sacada de sus lecturas de periódicos radicales, y hacía alusión á las creencias fervorosas y simples del viejo. Pero el cariño por el capitán, el ser todos de la misma tierra y el empleo del valenciano como lengua de la intimidad, les bacía buscarse á los dos instintivamente. Caragòl era para Tòni la persona más cuerda de á bordo... después de él.

Anita estaba tan segura de que para nada entraba en aquella amistad la carne, que ella era la que se propasaba, la que daba primero cada paso nuevo en el terreno resbaladizo de la intimidad entre varón y hembra. El Magistral con la cara llena del rocío de la flor y el corazón más fresco todavía, contestó: ¿Hablarle de mismo? ¡Para qué!

Carecía de talento y su inteligencia no era muy superior a la de cualquier perro de aguas; pero su conciencia se le reveló. Vos no poseéis mi estima le dijo un día al notario, creyendo hacerle un gran bien. Y la repugnancia que L'Ambert sentía por él trocose en odio mortal. En los últimos ocho días de su forzada intimidad sucediéronse las tempestades casi sin interrupción.

Se le conocía por jugador y sospechoso de ladrón, y estas sospechas alcanzaban igualmente a su socio; la continua intimidad con Tennessee después del citado asunto, sólo podía explicarse por la hipótesis de la complicidad.

Era día de emociones: una discusión entre el jefe del gobierno y un antiguo compañero que ahora estaba en la oposición; un antagonismo de viejos compadres, en el que salían a luz los secretos de la intimidad, todas las antiguas artimañas en común para sostenerse en el poder.

Las amigas seguían envidiándole el «rey de las praderas» y encontraban muy interesante su matrimonio. ¿Era prudente, después de esto, abandonar á su buen mozo, para que lo agarrase otra mujer?... La vida en intimidad resultaba triste y penosa. El recuerdo de aquella noche se interponía entre los dos.

Ha habido quien me ha hecho entender que habiendo el conde vivido en intimidad con un culpable, no sería imposible que él llegase á serlo. Como es natural, he acogido esos absurdos con el desprecio que merecen; pero he interrogado á Sorege sobre su antiguo amigo y él, que es tan dueño de mismo, se ha turbado y ha parecido estar en un suplicio.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando