Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de junio de 2025
Sobre que V.S. con sus superiores luces resolverá lo que le parezca mas acertado y conveniente al real servicio, graduando los demas arbitrios que insinúa, segun lo exigieren las actuales circunstancias, y las que puedan ocurrir, para el mejor acierto de las expediciones proyectadas.
Avanzamos lentamente arrastrándonos bajo las ramas; luego, tendidos sobre el vientre, apoyando la cabeza en nuestras manos, dirigimos nuestra mirada hacia el vacío. Las paredes del pozo circular, ennegrecidas á trozos por la humedad que destila la roca, descienden verticalmente; apenas si algún pequeño saliente se insinúa fuera del plano de los muros de piedra.
El mal que aqueja a la República Argentina es la extensión: el desierto la rodea por todas partes, se le insinúa en las entrañas; la soledad, el despoblado sin una habitación humana, son por lo general los límites incuestionables entre unas y otras provincias.
Escalante insinúa que en su tiempo, principalmente entre los pilotos empezaba á compartir el color azul la predilección; por ser sufrido para la mar, y es constante que aun los forzados de galeras tenían un capote grande con mangas y capucha en la estación rigorosa. En la vida de la galera se lee: Luego me mandaron dar Un almilla colorada Aforrada con gear
Todo el mundo anda en coche cuando se ve obligado a salir, y el pueblo tiene por vehículo un burrito microscópico, sobre el cual el jinete va sentado, con los pies apoyados en el pescuezo y animándolo con un pequeño palo cuya punta, ligeramente afilada, se insinúa con frecuencia en el anca escuálida del bravo y paciente cuadrúpedo.
El uno insinúa: «Podría ser»; el otro añade: «Se dice»; un tercero agrega: «Ocurrió asi», y el último asegura: «Lo he visto....» De este modo se va formando la historia, que es el folletín de las personas serias. Según la gente de mi pueblo, la indolencia mía ha sido de esas extraordinarias: borrascas, tempestades, rayos, truenos, nada ha logrado sacarme de mi pasividad habitual.
D. Ignacio Pinuer, capitan graduado, y lengua general de la plaza y ciudad de Valdivia, me remitió una relacion jurada y circunstanciada de las noticias que tenia de personas que en ella cita, de existir á la orilla de la laguna Ranco, madre del rio Bueno, distante poco mas ó menos de cuarenta leguas de aquella plaza, y tres ó cuatro de la antigua desolada ciudad de Osorno, hácia el sur, dos poblaciones de españoles, cuyos causantes insinúa haber sido originados de la expresada ciudad, y que en el alzamiento general del siglo pasado en que destruyeron los indios siete ciudades, se mantuvo esta sitiada mucho tiempo de los bárbaros; pero que al fin consiguieron salir libres, y ocultarse en aquellas inmediaciones en donde se situaron, aprovechándose de las proporciones que ofrece el parage en que se hallan, resguardados de la misma laguna, y de un lodazal impenetrable; sin quedar mas que un estrecho camino que sirve de entrada y salida, de muy fácil defensa; á que han añadido fosos, y rebellines con puente levadizo, libres por esta industria de ser invadidos de los infieles comarcanos, sobre quienes parece que en la actualidad tienen adquirido dominio y subordinacion, concurriendo á las juntas á que los citan con la obligacion de guardar secreto de su permanencia en aquel oculto destino: que tienen murallas y casas de juncos, alguna artilleria y buenas armas.
El hombre que nos insinúa su afecto, que cifra la razón de su vida en la correspondencia de nuestro corazón al suyo, merece por ello mismo nuestra atenta simpatía, pues siempre es conmovedor para una mujer producir en un hombre esta exaltación sentimental.
Este, valiéndose de imágenes, traza la historia de su rebelión contra Dios y de su caída; insinúa con astucia cuán grande es su poder en la naturaleza, y de este modo se propone atraer á sus redes á Cipriano, ansioso de satisfacer su pasión. Sigue á esto la venta de su alma con sangre, y, en su consecuencia, la promesa de poseer seguramente á Justina.
Cada parroquiano pertenece á un grupo inalterable y se sienta infaliblemente todas las noches en el mismo lugar, delante de la misma mesa y haciendo rueda con las mismas fisonomías de la noche anterior. Cada cual llama al mismo mozo, pide la misma cosa, se insinúa de igual manera y permanece el mismo tiempo que en la última sesion.
Palabra del Dia
Otros Mirando