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Ana veía los renglones desiguales como si estuvieran en chino; sin saber por qué, no podía leer; no entendía nada; aunque la inercia la obligaba a pasar por allí los ojos, la atención retrocedía, y tres veces leyó los cinco primeros versos, sin saber lo que querían decir.... Y de repente recordó que ella también había escrito versos, y pensó que podían ser muy malos también. «¿Si habría sido ella una Trifona?

Mejor resguardados los balanos merced á su ciudad fortificada, cierran sus cuádruples ventanales. Mañana les veréis todavía en aquel sitio. ¿Acaso en medio de su inercia no sueñan con el movimiento? ¿No tienen una idea confusa y el amor de lo desconocido? ¿Ignoran que algún ser benéfico se aparecerá en ciertos momentos á refrescarles y alimentarles?... ¡Oh, no! piensan en todo esto, y aguardan.

Se hace un largo silencio. Llegan cacareos de gallos y ladridos de perro. Yo siento como si hubieran pasado tres o cuatro horas en este ambiente de soledad, de aburrimiento, de inercia, de ausencia total de vida y de alegría. Miro el reloj; son las dos; ha transcurrido media hora. A lo lejos destaca el pueblo con sus techumbres negras y las manchas blancas de las fachadas.

Los físicos al considerar la inercia como propiedad de la materia, han atendido, tal vez mas de lo que ellos se figuran, á la idea de extension que nos presenta lo inerte por excelencia. Apenas se puede hablar sin que se las exprese; diríase que son elementos constitutivos de la inteligencia, pues que sin ellas se desvanece como fugaz ilusion.

Las dificultades que pudieran suscitarse quedan pues desvanecidas con lo dicho en los párrafos anteriores. La inercia, ó sea la indiferencia para el movimiento ó la quietud, significa una propiedad puramente negativa. La incapacidad de toda accion, la falta de un principio interno productivo de mudanzas, la disposicion puramente pasiva á recibir todas las que se le quieran comunicar.

Un señor vestido de negro avanzaba hacia su lecho, seguido de otros dos que llevaban papeles bajo el brazo. Adivinó que le hablaban por el movimiento de los labios, pero nada pudo oír. ¿Estaría en otro mundo? ¿Serían falsas sus creencias, y después de la muerte existiría otra vida igual a aquella que había abandonado? Cayó de nuevo en la sombra y en la inercia. Pasó mucho tiempo... mucho.

Nunca, como en aquel momento había experimentado Lorenzo y Ricardo como él, la influencia tonificante que Melchor les producía, nunca como en aquel momento y realizando aquel viaje, se les había mostrado éste tan digno de ser imitado, y nunca habían sentido más candente el rubor de la propia debilidad, puesta en alto relieve por la tenaz y vibrante prédica de Melchor, quien, advirtiendo el efecto que les producía, continuó diciendo: Yo no puedo pretender ofrecerme como un ejemplo de impecable discreción; pero nunca he trasmitido a nadie ni la más mínima participación en mis angustias ni en mis tristezas, que siempre han sido consecuencia de mis actos, y tengo invocando la amistad a que apelaba Ricardo hace un rato, el derecho de reprocharles en cuantas ocasiones se me presenten, la inercia moral que ustedes revelan, que ustedes cultivan.

Si en la putridez, efecto del arsénico, la reaccion es tumultuosa, la languidez de la circulacion y la inercia nerviosa diferencian entonces la accion del carbon; su pulso es pequeño y mas bien raro que frecuente.

Abrióse una portezuela del mostrador y entró en la tienda la esposa de don Antonio, una mujer voluminosa, con la obesidad blanducha y el cutis lustroso que produce una vida de encierro e inercia y que le ciaban cierto aire monjil. La bondad extremada hasta la estupidez retratábase en su eterna sonrisa y en la mirada de sus ojos claruchos.

Hay un silencio triste, de consuelo, en el prado. Una esquila se queja en los brazos del viento como un poeta triste, eternamente atado al buey de la materia, sin luz ni sentimiento. Las voces pueblerinas de unos chicos se alejan entre el grueso ramaje con que se adorna al río. De su inercia unas rocas parecen que se quejan y la yerba se seca al beso del estío. Otra vez el silencio.