United States or Jamaica ? Vote for the TOP Country of the Week !


Fray Miguel de Zuheros permaneció en silencio por no saber qué contestar, lleno de dudas y recelos. Era naturalmente incrédulo y desconfiado, y su corta ventura y los muchos y tristes años que había vivido, habían arraigado en su alma y acrecentado más cada día la incredulidad y la desconfianza.

25 De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia; 26 porque del Señor es la tierra y su plenitud. 27 Y si algún incrédulo os llama, y queréis ir, de todo lo que se os ponga delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia.

Pepe sabía que la religión es, con respecto del incrédulo, lo que la seducción respecto a la mujer: el primer favor, la primera condescendencia, es prenda de vencimiento inevitable. Hasta dónde puede llegar el triunfo, nadie lo sabe; que así como la virtud, rendida por la pasión, pierde su albedrío, así el alma, avasallada por la fe, reniega de su propio criterio.

Usted, como incrédulo, dirá que la casualidad es quien me ha dado esta guerrera facha, y yo digo que es Dios, el mismísimo Dios quien se ha servido dármela.... Por tanto, amigo, es llegado el momento de que nos separemos.

3.ª La falta de la transmision de las impresiones de los órganos á las facultades sensitivas. Es decir: que nos basta que una de las tres primeras proposiciones sea falsa, para que el incrédulo no pueda dar un paso. No es necesario ser filósofo, basta haber adquirido una ligera instruccion filosófica, para saber que una empresa semejante supone completa ignorancia de la historia de la filosofía.

Se afirmó más en esta idea al ver de pronto una lucecita que a cierta distancia brillaba en las tinieblas, según sucede a menudo a los niños cuando en los cuentos de hadas se extravían en un bosque. Don Paco era valeroso y no propendía, sin ser incrédulo, a recelar frecuentes y medrosas apariciones de vestigios, de almas del otro mundo o de otros seres sobrenaturales.

En su mirada lánguida se veia contínuamente prematuro cansancio: en su frente cubierta de pelo no se adivinaba la inteligencia, pero allí estaba, y esto es lo principal; en sus labios desdeñosamente plegados, una sonrisa fria helaba de pena á sus amigos, que le miraban harto del mundo sin conocerle, incrédulo sin creerlo él mismo, holgazan con terrible trabajo, murmurador sin interés y perdiendo lastimosamente el tiempo con la serenidad del que se las echa á correr con un chiquillo y le dice: «Anda, llévame un cuarto de hora de delantera, que yo te alcanzaré ántes de cinco minutosAdolfo Malats, la memoria más feliz, el juicio más hábil para tropezar en una cosa con el defecto, la imaginacion más ingeniosa del mundo, uno de los hombres que tienen más talento para encerrar un tomo en una frase, para estarse una semana contando cuentos que nadie sabe, era el año de la fundacion del nido un hombre de mucho talento que no habia encontrado todavía el sentido comun.

La cuestion está en si el hecho, sin embargo de estar fuera de las leyes de la naturaleza, es intrínsecamente posible: porque en tal caso la cuestion sale del terreno de la filosofía y entra en el de la crítica: el incrédulo, si admite la existencia de Dios, debe admitir su omnipotencia; y entonces no deberemos disputar sobre si Dios puede ó hacer este milagro, sino únicamente si lo ha hecho.

El investigador que no se acuerda de la religion, y que tal vez busca medios para combatirla, la encuentra en la entrada y en la salida de los caminos misteriosos, junto á la cuna del niño, como al umbral de los sepulcros, en el tiempo como en la eternidad, explicándolo todo con una palabra, arrostrando impasible los despropósitos de la ignorancia y los sarcasmos del incrédulo, y esperando tranquila que el curso de los siglos venga á dar la razon, al que para tenerla no necesitaba que los siglos comenzaran á correr.

referir esas curas maravillosas en una época en que yo era feliz y por lo tanto incrédulo. »Tráigame, pues, a ese hombre, se lo suplico. »Leopoldo de AvrignyEl padre de Magdalena encargó de llevar esta carta a un criado montado en buen caballo, y aquella misma tarde cerca del anochecer llegaron el cura y el pastor, quienes al recibir el mensaje se apresuraron acudir al llamamiento.