Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 17 de mayo de 2025
Conoció Arturito que no debía desear la muerte de D. Joaquín y se compungió del improvisado deseo que había asaltado su corazón en un instante de descuido. Entonces apeló a otros medios para disuadir a Rafaela de la ruptura.
El baile se había organizado delante de la verja de la granja sobre una explanada en forma de era rodeada de grandes árboles y de abundante hierba mojada como si hubiese llovido. La luna iluminaba tan bien el improvisado baile que no eran menester otras luces.
Metió en la habitación este anafe improvisado, colocándolo cerca de la cama. Feli seguía quejándose entre sueños. Frió... mucho frío... Tengo los pies de hielo. Maltrana se quitó la chaqueta, una prenda de verano que aún subsistía sobre sus hombros como testimonio de pobreza, y la extendió encima de la cama. El fuego mortecino iba extinguiéndose.
El día de San Isidro el tío Traga-santos cubría de flores aquellas sagradas ruinas; colocaba sobre ellas una mesita cubierta con un blanco mantel; en este sencillo é improvisado altar ponía, entre dos velas, una tosca imagen de San Isidro hecha de barro, circunstancia que para él constituía su mayor mérito, pues se la habían llevado de Madrid, y suponía que aquel barro procedía de la tierra regada con el sudor del santo labrador, y pasaba casi todo el día rezando entre aquellas ruinas.
Se trataba de un baile improvisado, que debía tener lugar aquella misma noche en el castillo vecino. Ella debía concurrir con su madre, é instaba al señor de Bevallan, para que las acompañara: éste se excusaba alegando que había salido de su casa por la mañana, antes de haber recibido la invitación y que su toilette no era á propósito.
La proyectada boda de D. Jaime y de doña Luz, que nada importaba que se supiese, no es de extrañar, pues, que llegara al punto a noticia de todos en Villafría. Aquel caso de amor fulminante y sobre todo aquel tan improvisado consorcio, dieron muchísimo que decir, comentar y murmurar. En los lugares andaluces, nada hay que pasme tanto como una boda repentina.
Por aquel entonces aún no se conocía en España la polka, y el baile de los señores no solamente no se había aclimatado entre la gente del pueblo, sino que aun entre los señores mismos eran limitadísimos los aptos para un lance improvisado como el que se refiere.
Lo que despertaba sobre todo el pobre Breal eran los ardientes recuerdos que la joven hubiera querido adormecer para siempre; las locas carreras por el polvoriento camino al galope del fogoso poney, los chasquidos del látigo del cochero improvisado mezclados con los gritos de susto de la de Raynal, los regresos melancólicos en las primeras sombras del crepúsculo que borraban el paisaje y echaban en las olas como un velo de viuda, el estrépito de la feria de Breal, el acento zalamero de la aldeana: ¡Un corderito para la señora!
Mediante la luminosa ayuda del fuego que chisporroteaba ya, pudimos ver un paño de pared empapelado con periódicos ilustrados, dispuestos con sumo arte y femenina discreción. El improvisado mueblaje estaba compuesto con envases de velas y cajas de embalaje, tapadas con calicó de alegre color, o con pieles de geneta.
El primero en aproximarse al improvisado caudillo, fue Paco el de Trebujena, el bracero rebelde, despedido de todos los cortijos, que andaba por el campo con su borriquillo vendiendo aguardiente y papeles revolucionarios. Yo voy contigo, Juanón, ya que el compañero Fernando nos espera.
Palabra del Dia
Otros Mirando