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Actualizado: 1 de octubre de 2025
Al cabo de un año don Luis, escogiendo con cautela las casas donde la llevaba, comenzó a presentarla en la titulada buena sociedad, con lo cual sus galas y tocados la preocuparon mucho más que antes la ropa de las santas imágenes: el gabinete lleno de primores y el lecho mullido le fueron más gratos que el frío dormitorio y la estrecha cama de colegiala; las flores que se ponía en el pelo cortadas por su mano en el jardincito de la casa, destronaron a los ramilletes de trapo de los altares; y para colmo de impiedad, la primer sinfonía de Mozart que oyó tocar sonó en sus oídos más grata que las letanías, salves y motetes.
Allí no hay mas que tumbas, porque no hay mas objetos que abrigar que enjambres de esqueletos disecados por el hambre, la impiedad y la prostitucion!...
LEONOR. Por él, don Nuño, es verdad; por él con loca impiedad el altar he profanado. ¡Y yo, insensata, le he amado con tan ciega liviandad! NU
El doctor tenía una pasión: la música. Todos admiraban su habilidad. ¿Qué no sabría aquel hombre? Según doña Bernarda y sus amigas, aquel talento portentoso era adquirido con malas artes, fruto de su impiedad.
3 La perfección de los rectos los encaminará; mas la perversidad de los pecadores los echará a perder. 4 No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de la muerte. 5 La justicia del perfecto enderezará su camino; mas el impío por su impiedad caerá. 6 La justicia de los rectos los librará; mas los pecadores en su pecado serán presos.
Derribarlas quieren, con feroz piqueta... ¡Arrancarte el blasón regio! ¡De tan torpe sacrilegio protesto como poeta! Al mirar la majestad de tu encastillado busto, se presiente algo de augusto que ha quedado de otra edad. La impiedad no quitará en sus conjuros y esfuerzos extraordinarios, la cruz de tus campanarios, ni la piedra de tus muros.
47 y ellos volvieren a su corazón en la tierra donde fueren cautivos; si volvieren, y oraren a ti en la tierra de los que los cautivaron, y dijeren: Pecamos, hemos hecho lo malo, hemos cometido impiedad; 49 tú oirás en los cielos, en la habitación de tu morada, su oración y su súplica, y les harás derecho;
Y sin embargo, aunque con el corazón lleno de tal terror, no pudo menos de sonreirse al imaginar lo estupefacto que se habría quedado el santo varón y patriarcal diácono ante la impiedad de su ministro. Referiremos otro incidente de igual naturaleza. Yendo á toda prisa por la calle, el Reverendo Sr.
Mi hermano y yo estamos medio reñidos: es liberal, ateo, en fin, está dejado de la mano de Dios. Cuando yo llegué a Madrid a vivir con mis padres, encontré la casa en un estado... impiedad, olvido de lo más sagrado... Yo quise... No se moleste Vd. en contármelo: estoy enterada de todo. Tirso, con los ojos desmesuradamente abiertos por el asombro, preguntó: ¿Entonces?...
Las acusaciones de impiedad no la hicieron en un principio gran efecto; pero cuando Tirso las presentó como causa de los males sufridos y promesa de castigos eternos, su debilidad mujeril cedió al empuje del creyente. Lo que peor la sentó, fue la amenaza de que hablaría con Pepe.
Palabra del Dia
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