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Frente á la chimenea, Guillermo II lucía uno de sus innumerables uniformes entre las rutilancias del marco dorado y esplendoroso. La casa parecía deshabitada. Gruesas cortinas, blandas alfombras, devoraban todos los ruidos. Había desaparecido la pesada introductora con la ligereza de un ser inmaterial, como tragada por la pared.

No era dable que el autor reprimiese su deseo de pintarnos detenidamente sin dejar indicados con vaguedad en el fondo a tantos y tantos importantes personajes, a fin de que apareciese en primer término, sin apartarse de nuestra vista y como centro y principal objeto de todo, D. Cristóbal de Moura, a quien, sin embargo, es menester confesar que se debió más que a nadie el buen éxito de la unión de Portugal y de Castilla y que esta unión fuese menos violenta y mucho más durable de lo que hubiera podido temerse y de lo que, sin duda, Felipe II temía.

Había conocido también al primer cardenal de Borbón, don Luis II, y contaba la vida novelesca de este infante. Hermano del rey Carlos III, la costumbre que dedicaba a la Iglesia a los ilustres segundones le había hecho cardenal a la edad de nueve años.

Antonio Pérez mató un hombre por obedecer á Felipe II; quitó al Rey su querida; sublevó una provincia; luchó cinco años con tan temible soberano; escribió relación de su vida, tan verdadera y profunda como las inexorables memorias del Duque de Saint-Simon . Antonio Pérez alcanzó fama literaria casi exclusivamente debida al interés de sus desgracias personales .

II, y en Mármol Carvajal, Historia de la rebelión y castigo de los moriscos del reino de Granada, hay algunos datos históricos que el poeta ha utilizado en este drama. Este asunto está tomado de Zurita, Anales de la Corona de Aragón: Zaragoza, 1610, tomo I, 93, 6-99.

Paris, 1839, en 8.º Legrand; De l'or dans le traitement des maladies scrofuleuses des os. Paris, 1851. Legrand; De l'or, de son emploi dans le traitement de la syphilis récente el invétérée, 2.ª edicion. Paris, 1832, en 8.º Traité élémentaire de matière médicale. Paris, 1829. Bayle, Bibliothèque de thérapeutique. Paris, 1830, t. II, p. 331 y siguientes. Des vertus thérapeutiques de la belladone.

Así lo refieren Ibn Sahibi-a-saláten su Historia de los almohades, Ibnu-l-khattib, y Conde. Gayangos en su apéndice D al tomo II de Al-Makkarí, refiere que estando Ben Ganyah en Jaen sitiado por el rey cristiano, aprisionó traidoramente á uno de sus condes encerrándolo en el castillo de Alcalá de Ben Zaid.

En las novelas de Occidente aparecen con repeticiones muchas invenciones análogas, como, por ejemplo, la jornada tercera, novela 8.ª del Decameron; Grazzini, tomo II, pág. 117 de la edición de Londres de 1793.

Nos enim per præsentes mandamus Merino nostro Cæsaraugustæ et aliis officialibus nostris, quod prædictam concessionem nostram firmam habeant et observent, ut superius continetur. Datum Cæsaraugustæ secundo Kalendas novembris anno prædicto Ægidius ex petitione provissa in consilio. Pecunias de Jaime II fol. 41 núm. nuevo 255. Nos Jacobus Dei gratia Rex Aragonum, Sardiniæ, Corsicæ etc.

Tales son en resúmen los efectos de la ipecacuana á igual dósis, y aconsejamos que no olvide nadie esta advertencia, porque hay casos en que el acónito y otros medicamentos al parecer indicados, son ineficaces, y porque hay fiebres cuyo carácter, mas bien gástrico ó catarral, que inflamatorio, ceden muy bien al tártaro estibiado empleado de esta manera. § II. Efectos fisiológicos.