Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 25 de julio de 2025
El enemigo viendo que amanece, Temiendo la pujanza del Cristiano, Y que su gente toda desfallece, Procura retirarse por el llano. El General Guazuialo perece Con parte del ejército pagano; Nuestra gente se queda victoriosa, Y la contraria huye muy medrosa.
MANRIQUE. Es verdad, pero no temas, estoy a tu lado... LEONOR. ¿No oyes estruendo de armas? MANRIQUE. Sí, confusamente se percibe. LEONOR. ¿Si vienen en nuestra busca? MANRIQUE. No puede ser. LEONOR. Pero esos hombres que se acercan... he distinguido los penachos. MANRIQUE. No temas. LEONOR. ¿Qué van a hacer contigo? Huye, huye por Dios. MANRIQUE. Si fueran mis soldados...
Si te quedas, te estimaré en mucho; si te vuelves, no te tendré en menos; porque, a mi parecer, los ímpetus amorosos corren a rienda suelta, hasta que encuentran con la razón o con el desengaño; y no querría yo que fueses tú para conmigo como es el cazador, que en alcanzando la liebre que sigue, la coge, y la deja, por correr tras otra que le huye.
En fin, adiós; huye de España, vete a otro país; vende la tartana y los negros, vete a vivir tranquilo y dichoso, y, en medio de tu felicidad, acuérdate alguna vez del gitano. Blasillo cayó a sus pies. ¿No te parece, hijo mío, que es una lástima acabar mi vida por donde debería haberla comenzado?
Arrojando la espada, mi primer impulso fue correr hacia el herido y auxiliarle; pero Figueroa lleno de turbación, me dijo: Esto es hecho... Araceli, huye... no pierdas tiempo. El gobernador... la embajada... Wellesley. Comprendiendo lo arriesgado de mi situación, corrí hacia la muralla.
En el mismo instante se presenta una criada con luz: ambos se quedan sorprendidos, y, mientras el Condestable sale para averiguar si está todo cerrado, huye Blanca por la puerta secreta, temiendo la venganza de su esposo. Acto tercero.
Pero no queda nada de la ideal aparición de la primera tarde en la Catedral bajo el fantástico rayo de luna. Su figura no es ya la de una santa o una madona poética y extasiada. No hay delante de mí más que una pobre niña temerosa, desolada y casi agreste. Me evita cuanto puede, huye en cuanto me ve y retarda todo lo posible la conversación que le he pedido.
No quede señal en mí, Quede la piel con vosotras: Adiós galas, adiós mundo, Que lleno de fabulosas Mentiras, tuviste presa La que su rescate logra. Se despoja de su traje de teatro y huye de allí. En el segundo y el tercero se describen las penitencias de la Baltasara, y las tentaciones con que la prueba el demonio en vano para que emprenda de nuevo su antigua vida .
Quedó molido Sancho, espantado don Quijote, aporreado el rucio y no muy católico Rocinante; pero, en fin, se levantaron todos, y don Quijote, a gran priesa, tropezando aquí y cayendo allí, comenzó a correr tras la vacada, diciendo a voces: ¡Deteneos y esperad, canalla malandrina, que un solo caballero os espera, el cual no tiene condición ni es de parecer de los que dicen que al enemigo que huye, hacerle la puente de plata!
La condesa, que se estrechaba, muerta de susto y vergüenza, contra su amante, le encontró desconocido. Huye, huye, por Dios, Pedro dijo Laura con voz temblorosa. Sí, pero tú conmigo. Yo no puedo huir... Tengo hijos... Además, te serviría de estorbo... ¿Y si pone la mano sobre ti?
Palabra del Dia
Otros Mirando