Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Y así, me voy por estas soledades y despoblados buscando las aventuras, con ánimo deliberado de ofrecer mi brazo y mi persona a la más peligrosa que la suerte me deparare, en ayuda de los flacos y menesterosos.

El Padre se halla en el mayor peligro. ¿Qué enfermedad es la suya? Una enfermedad más rara que en los robustos y sanguíneos, en los flacos y entecos, y, por lo mismo, en éstos mucho más peligrosa.

9 Porque a lo que pienso, Dios nos ha mostrado a nosotros, los apóstoles, como los postreros, como a sentenciados a muerte; porque somos hechos espectáculo al mundo, y a los ángeles, y a los hombres. 10 Nosotros locos por amor del Cristo, y vosotros prudentes en el Cristo; nosotros flacos, y vosotros fuertes; vosotros nobles, y nosotros viles.

Los dos partidos se comprendieron y empezó la batalla: en la misa siguiente todos los mestizos, hasta los más flacos, tenían panza y separaban mucho las piernas como si estuviesen á caballo: todos los naturales ponían una pierna sobre otra aun los más gordos y hubo cabeza de barangay que dió una voltereta.

Cuando sentía la mano de la señora acariciándole el rostro, pensaba sentir la de Dios mismo. Apenas se atrevía a rozar con sus labios aquellos dedos flacos y transparentes. Sólo para su madrastra había cambiado tan radicalmente. Con los demás, incluso con su mismo padre, seguía mostrando la misma frialdad despreciativa, el mismo carácter obstinado y altivo.

4 Porque aunque fue colgado en un madero por flaqueza, sin embargo vive por potencia de Dios. Por lo cual también nosotros somos flacos en él, sin embargo viviremos con él por la potencia de Dios en vosotros. Si ya no sois reprobados. 6 Mas espero que conoceréis que nosotros no estamos reprobados.

Los bufones eran entonces algo como los periódicos, y los reyes no los tenían sólo en sus palacios para que los hicieran reír, sino para que averiguasen lo que sucedía, y les dijesen a los caballeros las verdades, que los bufones decían como en chiste, a los caballeros y a los mismos reyes. Los bufones eran casi siempre hombres muy feos, o flacos, o gordos, o jorobados.

La princesa de Poniatowsky parecía más triste al verla partir, y los del cuadro del Hambre se volvían más flacos y macilentos. ¡Pobre cuarto..., tan pobre y tan rico en recuerdos, sueños y emociones! Se lo hubiera llevado con gusto para incrustarlo en los muros venerables del palacio de Aransis. Al salir se despidió mentalmente de las de Relimpio. Les echó una rociada de desprecio.

Su imaginación, siempre alerta para los asuntos donde hubiese dinero, vagó, mientras el carruaje le conducía al Hipódromo, al través de los varios negocios en que estaba comprometido; pero se detuvo muy particularmente en el de la mina de Riosa. La combinación de Llera le iba pareciendo cada vez mejor. Sin embargo, tenía sus puntos flacos.

La viuda estuvo largo rato contemplando fijamente el grupo de la ribera, que parecía ya una masa informe y movible. Su hijo, sentado sobre el césped, jugaba atascando de tierra la corneta. De pronto vino hacia él, le levantó entre sus brazos flacos y corrió hacia el borde del precipicio. ¡Mamá! ¿Dónde vamos? gritó el niño. La respuesta, si se la dio, debió de ser desde el cielo.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando