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Actualizado: 13 de julio de 2025
Es de advertir que se crean diez clases de cédulas, desde la 1.ª, que importa veinticinco pesos, hasta la 9.ª, en escala gradual descendente, por la que se paga un peso y medio, pues la 10.ª es gratis, creada para los pobres de solemnidad, así como existe otra de privilegiados, igualmente gratis, á la que tienen derecho los Gobernadorcillos, sus mujeres, los munícipes, cabezas de barangay, etc.
Pagbilao, por ejemplo, lo defienden cuatro castillos que hay que guarnecer, y de los seis barangayes de que se compone necesita dos para solo este servicio: agregúese que la fábrica de la iglesia y casa parroquial, por lo menos necesita otro barangay, este último servicio se hace sin detrimento de otros accidentales, pero necesarios, como son el acopio de piedra, cal, maderas y cañas; de suerte que lo referido les ocupa más de la mitad útil del año, y esto sin contar con el ajuste de cóngrua que se le da al párroco.
Las primeras autoridades de la provincia previeron futuras cesantías ó cambios de destino; los pobres gobernadorcillos y cabezas de barangay se inquietaron y no pudieron dormir, temiendo no vaya á antojársele al divino cazador sustituir con sus personas la falta de sumision de los cuadrúpedos del bosque, como ya lo había hecho años antes un alcalde viajando en hombros de polistas porque no había caballos tan mansos para responder de su persona.
El cabeza de barangay una vez que hay dispuesto un trabajo, anuncia con tiempo á sus polistas el día que han de salir á hacerlo, y el que quiere redimirse de él da 12 cuartos y con ellos paga su jornal.
Alguna que otra dalaga, adornada con cuantos objetos relucientes ha podido encontrar, pasa por delante de nosotros con dirección á la iglesia ó á la casa del hermano, que de seguro es lo menos capitán pasado ó cabeza, de Barangay, sociales jerarquías que le dan opción al vos en el trato, á un asiento en la principalía y á un trozo de banco que procurará esté cerca, ó del canuto donde coloca el Gobernadorcillo el bastón, ó del tallado del respaldo que representa todo lo representable, pues en cuestión de dibujo y de talla los indios no atascan, y llevan su despreocupación hasta un punto que hemos visto el retrato de un General muy conocido, sustituído su nombre por el del bienaventurado Santiago, y todo porque el general está retratado á caballo y tiene algunos moros á sus piés.
Un muchacho amigo de la casa, Basilio, estudiaba ya entonces en Manila y aquel joven era de tan humilde cuna como ellos. Pero este sueño parecía destinado á no realizarse. El primer cuidado que tuvo la sociedad al ver á la familia prosperar poco á poco, fué nombrar cabeza de barangay al miembro que en ella más trabajaba; Tanò, el hijo mayor solo contaba catorce años.
Nombrado un Cabeza de barangay no toma posesión de su cargo ni asiento en la principalía hasta el primer día de misa que sigue á su aceptación, y en el que espera en la sacristía, de donde lo saca el Teniente mayor antes de principiar aquella, dándole asiento en lugar preferente, y quedando desde aquel momento revestido de toda la plenitud de su cargo.
A Plácido le pareció que le tiraban de las orejas; tenía presente en la memoria la historia de un cabeza de barangay de su pueblo, que por haber firmado un documento que no conocía, estuvo preso meses y meses y por poco fué deportado. Un tío suyo, para grabarle la leccion en la memoria, le había dado un fuerte tiron de orejas.
Este jefe de familia en unión de algunos de su gremio, nunca de otro, se sujeta en sus relaciones con el Estado al cabeza de Barangay, autoridad electiva que vela al par que vigila por las familias encomendadas á su cabecería, la cual rinde homenaje ante el Alcalde pedáneo ó sea Gobernadorcillo, funcionario que ha de salir del mismo gremio que sus gobernados.
Los dos partidos se comprendieron y empezó la batalla: en la misa siguiente todos los mestizos, hasta los más flacos, tenían panza y separaban mucho las piernas como si estuviesen á caballo: todos los naturales ponían una pierna sobre otra aun los más gordos y hubo cabeza de barangay que dió una voltereta.
Palabra del Dia
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