Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de junio de 2025


No, no, no dijo Navarro demostrando grandísimo dolor , yo no soy Zumalacárregui, yo no soy lo que mi cerebro abrasado y enfermo me fingió. De repente, lo mismo que se rasga un velo, se ha roto en mi cerebro no qué cortina de telarañas, y aquí me tienes con una claridad en el pensar y un tino en el discurrir cual creo no los he tenido en mi vida.

Había leído con espanto la cantidad consignada en el documento de crédito: primeramente en cifras, luego en letras. ¡Doscientas cincuenta mil pesetas!... ¡Cincuenta mil duros! Eso no es para volvió á decir . No lo merezco... ¿Qué puedo hacer con tanto dinero? Fingió irritarse el capitán por su desobediencia.

En aquella tierra están las casas apartadas, y algunas muy lejos de la iglesia, y pasando por la taberna vió que vendían vino blanco; fingió quererse quedar a otra cosa y dijo: "Anden, señores, con la malograda, que en un trote les alcanzo."

Para explicar la herida de la mano y los cardenales que presentaba, Amalia, fértil en mentiras, inventó una historia que el doctor creyó o fingió creer. Estuvo entre la vida y la muerte algunos días. Amalia seguía con ojos inquietos el curso de la enfermedad.

Un día cogí yo a Sabel por un brazo y la puse en la puerta de la casa: la misma noche se me despidieron las otras criadas, Primitivo se fingió enfermo, y estuve una semana comiendo en la rectoral y haciéndome la cama yo mismo.... Y tuve que pedirle a Sabel, de favor, que volviese.... Desengáñese usted, pueden más que nosotros.

Ya sabes que Joaquín Pez ha venido de la Habana, casado con una americana muy rica. Da gusto verle, según está de contento y satisfecho». Isidora palideció. Después dijo: «Ya lo sabía... Toma, si le vi, le vi una tarde. Yo iba por la Red de San Luis y pasó él en coche. Me vio, pero el tunante fingió que no me veía.

Tengo miedo... ¡Bah! iré yo. Adriana se aproximó a la celdilla, fingió entreabrir la cortina, y volvió con una expresión maravillada. ¿Cómo está? le preguntaron. ¡Pelada! Las dos se aproximaron a su vez, caminando de puntillas; el ruedo de sus camisones se estremecía sobre los pies desnudos. Ambas, ávidamente, abrieron la cortina.

Ella fingió cierta confusión, mientras decía bondadosamente: Siento mucho la muerte de la pobre señora. Era tu madre, y esto basta para que la llore... Pero piensa que en realidad no la vi nunca, y ella, por su parte, sólo me conoció por mis retratos.

¿Por quién? ¡Ah! ése es mi secreto. Os reís seguramente, Catalina. Pero es igual, acortad un poco el paso. Explicadme lo que creéis saber. La campesina fingió asustarse de una revelación importante.

Vamos, yo veo la cosa turbia. La impresión que recibió don Juan fue horrible. Fingió escucharlo todo sin darle importancia, haciendo como que jugaba distraídamente con el regojuelo que había quedado sobre la mesa, pero en realidad estaba profundamente pensativo.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando