Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 16 de mayo de 2025
Y ¿cuáles son los indicios? Algunas horas ántes de encontrarse el cadáver, el infeliz se encaminaba hácia el lugar fatal, y no falta quien vió que estaba leyendo unos papeles, que se detenia de vez en cuando, y daba muestras de inquietud. Por lo demas es bien sabido que estos últimos dias habia pasado disgustos, y que los negocios de su casa estaban muy mal parados.
Este silencio fue fatal para ambos. Clara al cabo de algún tiempo sintió desfallecer su fe. Cuando un alma pura pierde la fe, la desesperación se apodera de ella. Amaba a su marido porque creía en él, porque creía tanto en la nobleza de su corazón como en su talento. Al filtrarse la duda en su mente todo lo vio negro, todo lo vio horrible y le acometieron deseos de huir o de morir.
En ese momento se hallaba, en que las consecuencias del engaño fatal le parecían más graves, en que el último destello de su esperanza se había apagado ya, cuando Roberto Vérod la había encontrado, y así como éste había visto en ella su salvación, ella también se había sentido revivir. Ciego, ella había visto por él; dolorida, él la había socorrido.
Cinta asintió con un silencio doloroso á esta resolución, como si la hubiese adivinado mucho antes. Era algo inevitable y fatal que debía aceptar. El fabricantes Blanes tartamudeó de asombro. ¡Volver á su vida de aventuras cuando los grandes señores del partido se ocupaban de su persona!... Tal vez en las primeras elecciones le hiciesen concejal. Ferragut rió de la simpleza de su primo.
Además, su orgullo legítimo de mujer amante le inspiró el recelo de que si don Juan aceptase aquella paternidad, ya no sería ella misma quien venciera, sino el niño, y por último pensó también que como al fin y a la postre habría de descubrirse la mentira, sería fatal para ella que su ingenio de enamorada pudiese ser calificado como ambiciosa tramoya y conspiración de aventurera.
Cuando llegué estaba en su sano juicio. ¡Preguntome por ti con un interés...! Dijo que te quería más que a nadie, y que en cuantito que entrara en el Cielo, le iba a pedir al Señor que te hiciera feliz. Yo, francamente, al oír esto, vi que estaba fatal, y Severiana me dijo que anoche creyeron por dos o tres veces que se les quedaba en las manos.
Se contenta con que las gentes crean que es feliz; para él no hay otro modo de serlo. ¡Qué horrible carácter! ¡Qué triste buena fe la de su víctima que no lo conoce! El número 24 me es fatal: si tuviera que probarlo diría que en día 24 nací.
Estas iniquidades, proyectadas por pocos y llevadas á cabo por muchos con la sencillez propia de las turbas engañadas, son muy frecuentes en las revoluciones. El gentío obra á veces obedeciendo á una sola de sus voces, cualesquiera que sea: se mueve todo á impulso de uno solo de sus miembros por una solidaridad fatal. La Fontana estaba aquella noche elocuente, ciega, grande en su desvarío.
Vos tenéis la culpa de lo que está sucediendo desde hace cuatro días: vos, torpe y miserable, vendido á todos, volviéndose á todos los vientos... vos, por quien ha venido á Madrid ese hombre fatal. ¿Qué hombre? Don Juan Téllez Girón. Pero yo no tengo la culpa; me le envió mi hermano Pedro... ¿Y por qué no le admitísteis en vuestra casa?... ¿En mi casa?...
Más de un año hacía que esperaba un fatal desenlace, y por eso mi dolor no ha resultado tan acerbo.
Palabra del Dia
Otros Mirando