Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 31 de mayo de 2025


Juana, al ver tan exaltada a su hija, temió la posibilidad de un delito, y exclamó como persona precavida y juiciosa: Prudencia, niña, prudencia; no te aconsejaré yo que la perdones. Bueno es ganar el cielo, pero gánalo por otro medio y no con el perdón de quien te injuria. Dios es tan misericordioso que nos abre mil caminos para llegar a él. Toma, pues, otro y no sigas el de la mansedumbre.

Pero es porque el amor, en su forma exaltada, sólo es, como dice Voltaire, un cañamazo dado por la naturaleza y bordado por la imaginación. Ahora bien: el cañamazo, la belleza física, no resiste la tiranía del tiempo que imprime las tristes huellas de la decadencia; y la imaginación bordadora también acaba por sosegarse y quedar sustituída por una dulce y reflexiva calma.

En el fondo de su ser existía también, sin que él mismo se diera cuenta de ello, cierta repugnancia a la vida sociable y regalona de los canónigos. Gil era un místico. Había tenido la fortuna de tropezar, en el rector del seminario, con un hombre de una piedad exaltada, con un orador elocuente, apasionado, genial, un verdadero apóstol.

Escribía en El Universal furibundos artículos, y contento con su poquito de gloria, iba pasando la vida, pobre, aunque bien quisto. Cautivaba á todos por la amabilidad de su carácter y lo generoso de sus sentimientos. En política profesaba opiniones muy radicales, y pertenecía á la fracción llamada entonces exaltada.

¿Cómo? usted me asusta. Pues no hay por qué. Doña Ana es así; extremosa... viva... exaltada... necesita mucha actividad, algo que la estimule... necesita.... Benítez mascaba el cigarro y miraba a don Víctor, que abría mucho los ojos, con expresión misteriosa de lástima un poco burlesca. ¿Qué necesita?

Al día siguiente despertó con una alegría exaltada, á la que sucedía bruscamente una tristeza sin igual. Su aturdimiento tomaba fases muy diversas tan pronto se veía atacado de un apetito insaciable de verbosidad que no podía contener; tan pronto hacía esfuerzos inauditos para pronunciar una palabra, sin llegar á conseguirlo.

Al saber que había pasado seis días en aquella torpeza con intervalos de exaltación y delirio, extrañó mucho que se le hubiese hecho tan corto aquel largo martirio. La debilidad la tenía aún más que rendida, exaltada y vidriosa.

A Luciana, por el contrario, le divierte esta novela, y lo que me preocupa es el tono de esa correspondencia, la ternura exaltada de las cartas de Luciana y el contraste de esa ternura con la corrección casi fría de nuestras conversaciones. ¿Será que, cuando estamos juntos, una delicadeza pudorosa detiene en sus labios las expresiones vivas? Quisiera creerlo. ¿Será que tema mis temeridades?

El altercado de don Juan y el Comendador hizo a la Regenta volver a la realidad del drama y fijarse en la terquedad del buen Ulloa; como se había empeñado la imaginación exaltada en comparar lo que pasaba en Vetusta con lo que sucedía en Sevilla, sintió supersticioso miedo al ver el mal en que paraban aquellas aventuras del libertino andaluz; el pistoletazo con que don Juan saldaba sus cuentas con el Comendador le hizo temblar; fue un presentimiento terrible.

Además, ¡quién sabe de lo que sería capaz aquella loca si se veía acosada! Una viva irritación se iba apoderando del alma pacífica del presbítero. Hacía ya tiempo que no estimaba a la exaltada beata; ahora la aborrecía. Cuando regresó a casa era ya noche. Se encerró en su cuarto sin preguntar por su compañera, y continuó meditando con febril impaciencia sobre el mismo tema.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando