Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de junio de 2025


Tomé la misiva que me entregaba, y temblando la abrí, encontrando, escritas apresuradamente con lápiz sobre una hoja de papel de esquela, estas pocas líneas: «Estimado señor Greenwood: Indudablemente le causará a usted inmensa sorpresa saber que he abandonado para siempre mi casa.

En tanto que la cosa así pasaba, Desde el Carcarañá nos ha enviado Una carta Garay, en que avisaba Que estaba en Sancti Spiritus parado. Al viento vela en popa se entregaba, Y no se ha á Sancti Spiritus llegado, Cuando Garay por tierra y á caballo Asoma, y aquí un poco he de dejallo.

Cogió en esto el farol que le entregaba la mujer gris; y como yo, que ya estaba de pie, hiciera ademán de seguirle, echó por delante hacia la puerta y fuime tras él, medio a tientas, en cuanto salimos de la cocina, porque la desmayada luz del farol apenas se veía en las densas oscuridades de afuera.

Estaba segura de su poder... Y reprodujo el beso del Acuario, aquel beso que estremecía la espalda del marino, haciéndole vacilar sobre sus piernas. Pero cuando se entregaba con más abandono á esta succión dominadora, se sintió repelida, disparada por un manotón brutal, semejante al puñetazo que la había lanzado sobre los almohadones al principio de la entrevista.

3 Entonces Saulo asolaba la Iglesia, entrando por las casas; y trayendo hombres y mujeres, los entregaba en la cárcel. 5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba el Cristo. 6 Y el pueblo escuchaba atentamente unánimes las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía.

La muerte de López le entregaba a Santa Fe, la de los Reinafé a Córdoba, la de Facundo a las ocho provincias de la falda de los Andes. Para tomar posesión de todas ellas, bastáronle algunos obsequios personales, algunas cartas amistosas y algunas erogaciones del erario.

Gustavo Núñez la mantenía en perpetua risa con sus bromas picantes y excéntricas. El lindo hotel de la Castellana se convirtió en centro bullicioso de placer. Elena se entregaba a él más que con pasión con verdadera rabia. Naturalmente, no había mujer más mimada, más agasajada de sus amigos.

Encerrándose en su alcoba, bajo llave, se entregaba al empleo de la disciplina en su enfermo cuerpo. Con frecuencia este ministro protestante y puritano se las había aplicado á las espaldas, riéndose amargamente de mismo al mismo tiempo, y fustigándose aun más implacablemente á causa de esta risa amarga.

Pasaba largo rato; se oía el manoteo del piano en la sala; Agapo pensaba que serían sus sobrinas, Susana y Angela. La puerta volvía a abrirse y el criado entregaba un billete al atorrante, con este recado: Dice el señor que no venga usted con tanta frecuencia. Si no he vuelto desde el mes pasado... pero diga usted al señor que no le incomodaré más.

Un momento después estaba el campo de Navarro lleno de cadáveres, y al día siguiente un bizarro oficial, que hoy está al servicio de Chile, entregaba en el Cuartel general a Dorrego prisionero. Una hora más tarde, el cadáver de Dorrego yacía traspasado de balazos.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando