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Actualizado: 24 de septiembre de 2025


Prorrumpieron en copioso llanto Asunción y Presentación, lo cual dió al traste con la forzada entereza del Condesito, destinado a ser el terror de la Francia, y pasando de los pucheros a los hipidos, y de los hipidos a una violenta explosión de lágrimas, atronó la casa por espacio de un cuarto de hora. Ni por esas perdió D.ª María su serenidad, hablando a su hijo de asuntos extraños a la guerra.

Yo sospechaba desde el principio á dónde iba usted á parar, señor Carrascosa: pero quise aguardar á que se explicase dijo Salomé con mucho desdén. Señoras, veo que son ustedes inflexibles. Conozco mucho la noble entereza del carácter de ustedes y el tesón de sus principios para insistir más sobre este punto.

No hubo en aquel momento rasgo de casta entereza que no recordara con desprecio. ¿Qué José, huyendo de la mujer de Putifar? ¿Qué Octavio, esquivando a Cleopatra, podían comparársele?

Más de una vez he comprobado con asombro y tristeza los extremos a que los ha conducido la lógica implacable de sus adversarios y que ellos han aceptado con lealtad y entereza.

Con estos ciertos prometimientos, y con la verdad que ellos me decían, fortificaba yo mi entereza, y jamás quise responder a don Fernando palabra que le pudiese mostrar, aunque de muy lejos, esperanza de alcanzar su deseo.

Conociendo como conocía yo la entereza de carácter y los sentimientos de mi tío, evidente era que andaba en lo cierto en aquella suposición, y que por cierto lo tenía él aunque aparentaba lo contrario; pero yo no podía declarárselo así, porque declarándolo, o me manifestaba a sus ojos descariñado e inclemente, o aceptaba un compromiso que no podía aceptar, porque era otro muy distinto del suyo mi modo de ver aquellas cosas.

-Así es como el señor gobernador dice -dijo el mensajero-; y cuanto a la entereza y entendimiento del caso, no hay más que pedir ni que dudar. -Digo yo, pues, agora -replicó Sancho- que deste hombre aquella parte que juró verdad la dejen pasar, y la que dijo mentira la ahorquen, y desta manera se cumplirá al pie de la letra la condición del pasaje.

Los que no estén seguros de la propia virtud y entereza de ánimo han de ser, pues, más indulgentes con los Nanares. ¡Desdichado aquel que hace alarde de virtud sin tenerla probadísima! ¡Dichoso aquel que la practica y calla! Siempre he sido aficionado a las ciencias. Cuando mozo, tenía yo otras mil aficiones; pero como ya soy viejo, la afición científica prevalece y triunfa en mi alma.

Parecíale a Julián que Nucha era ni más ni menos que el tipo ideal de la bíblica Esposa, el poético ejemplar de la Mujer fuerte, cuando aún no se ha borrado de su frente el nimbo del candor, y sin embargo ya se adivina su entereza y majestad futura.

Ramiro pensó que de un momento a otro podía llegar alguna persona, su madre misma, y romper el embeleso de un coloquio a solas, que no volvería tal vez a ofrecerse, en mucho tiempo. Preparó en su espíritu la frase decisiva. Estaba resuelto a poner su destino a los pies de aquella mujer. Dio algunos pasos hacia el muro para recobrar su entereza.

Palabra del Dia

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