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Actualizado: 2 de mayo de 2025
Además, ¿no iban á casarse tan pronto como les fuese posible?... Te digo que no repitió ella . ¡Quién sabe si mi marido me vigila! ¡Qué complicación para mi divorcio si nos sorprendiesen en tu casa! Ahora fué él quien hizo el elogio del marido, esforzándose por demostrar que esta vigilancia era incompatible con su carácter.
De ello proviene también algo de muy lamentable ó de muy risible, según el humor con que se considere: un divorcio casi completo entre lo literario y lo ameno ó interesante, sobre todo en el teatro, que es por donde el vulgo, que apenas lee, penetra en el santuario de las letras.
Si la mujer falta, divorcio al canto, y dejar que obre la lógica, pues ella castiga sin palo ni piedra». Y Fortunata se persignaba, llena de admiración, diciéndose: «¿Pero será verdad, Dios mío, que a mi marido le ha entrado un gran talento, o estas cosas que dice son farsa para tapar una mala idea? ¿Qué haré yo para que se marche pronto?
Margarita, repeliendo la mano audaz, habló tranquilamente de su existencia durante los últimos meses. He entretenido mi vida como he podido, aburriéndome mucho. Ya sabes que me fuí á vivir con mamá, y mamá es una señora á la antigua, que no comprende nuestros gustos. He ido al teatro con mi hermano; he hecho visitas al abogado para enterarme de la marcha de mi divorcio y darle prisa... Y nada más.
Sostúvome la esperanza de la reconciliacion, mas esperé en vano; nuestro vínculo está disuelto, y yo recobro mi libertad . ¿Qué digo mi libertad? ¡La muger lo deja todo donde tuvo el primer tálamo, y solo el hombre recobra despues del divorcio su primer estado!
Pues mira, ¡arrastrado!, no tienes más que empezar contestaba la mozuela, puesta en jarras y mirando entre ceja y ceja a su víctima. Cuentan que una vez fué el pulpero a querellarse ante el provisor y a solicitar divorcio, alegando que su conjunta lo trataba mal. ¡Hombre de Dios! ¿Acaso te pega? le preguntó su señoría. No, señor contestó el pobre diablo , no me pega..., pero me la pega.
Es el único que merezca verdaderamente el nombre de amor, porque es el único también al que la idea religiosa le da algo de eterno... El divorcio, de que se habla tanto este año, me desagrada por eso... Porque le quita al matrimonio el sentimiento de lo infinito... Ese sentimiento puede ser una traba para las almas vulgares o para los mal casados.
La condesa ya no priva. Hay divorcio absoluto entre ella y los demás de la familia... ¡oh!, ahora me acuerdo de cuando te encontramos en el Pardo... Cuando le preguntaron a Amaranta que qué hacías allí, no supo contestar. Lo que hacías, tú lo podrás decir... ¿Juegas, o no? Jugaremos. Aquí al menos se respira, chico.
Por él y su teatro anúdanse las viejas tradiciones medievales españolas con la vida del siglo XVII y no se da en España como hace notar el señor Morel Fatio el divorcio del espíritu nuevo con el de la Edad Media, que se operaba en Francia al mismo tiempo.
Considérese que en España hay, desde hace tiempo, un lamentable divorcio entre las artes y las letras castizas y propias de nuestro suelo y la gente que ha visto y corrido más mundo y que parece más culta y que es ó debiera ser más distinguida y elegante. El bello sexo, sobre todo, y más aún el de la high-life, nos es contrario.
Palabra del Dia
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