Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
Pero la intensa y ardiente mirada de la condesa era incomprensible. ¿Estáis enterado de lo que debéis hacer? dijo doña Catalina cuando vió que tenía á Santos rendido á discreción. Sí; sí, señora contestó Santos reponiéndose ; pero suplicaría á vuecencia me dijese claramente punto por punto...
Todo esto dijo sin parar la que tan hermosa mujer parecía, con tan suelta lengua, con voz tan suave, que no menos les admiró su discreción que su hermosura. Y, tornándole a hacer nuevos ofrecimientos y nuevos ruegos para que lo prometido cumpliese, ella, sin hacerse más de rogar, calzándose con toda honestidad y recogiendo sus cabellos, se acomodó en el asiento de una piedra, y, puestos los tres alrededor della, haciéndose fuerza por detener algunas lágrimas que a los ojos se le venían, con voz reposada y clara, comenzó la historia de su vida desta manera: «En esta Andalucía hay un lugar de quien toma título un duque, que le hace uno de los que llaman grandes en España.
Así fue que determinó averiguar quién era y dónde vivía, y lo consiguió con discreción y recato. Dos o tres veces fue después a caballo a Churriana con disimulo, y volvió a ver a la niña, quedando cautivo de su singular donaire.
Sulpicia dijo a Cratilo: "Este mancebo es un sujeto donde tiene su asiento la suma cortesía y su albergue la misma liberalidad; y aunque yo tengo hecha esta experiencia, quiero que tu discreción la acredite, sacando por su gallarda presencia y en esto bien se vee que hablaba como agradecida, y aun como engañada en limpio esta verdad que te digo.
En algunas de sus asambleas, invitada a emitir opinión, lo hizo con tanto ingenio y elocuencia, había tal fuego y al mismo tiempo tanta discreción en sus palabras, que los conjurados vieron en la hermosa joven un ángel enviado por Dios para sostener su fe y hacerles persistir en sus grandes propósitos.
Meteremos en el ajo algún rapabarbas o criado socarrón que haga de tercero, porque novela ó comedia sin rapista charlatán y enredador, es olla sin tocino y sermón sin agustino. ¡Y cómo había yo de pintar las escenas de tabernas, las cuchilladas, las pendencias que dirige siempre un tal Maese Blas ó Maese Pedrillo! ¿Pues y las escenas de amor? ¡Qué discreción, qué ternezas, qué riqueza metafórica había yo de poner allí!
Reza el refrán, que honra y provecho no caben en un saco; pero Juana la Larga, sobre ser honrada, rayando su honradez en austeridad para que se borrase la mala impresión de sus deslices juveniles, era además, una matrona llena de discreción y de juicio, y sabía que el mencionado refrán se equivocaba a menudo.
La joven permaneció mucho tiempo abstraída en la contemplación del paisaje. De vez en cuando miraba hacia el puente colgante, como si pretendiera reconocer á alguien de los que pasaban la ría. Creyó por un momento ver algo blanco que se agitaba en la plataforma: tal vez un pañuelo que le saludaba con cierta discreción como temeroso de atraerse la curiosidad de la gente.
No pudo retener más tiempo aquel secreto que se le salía con empuje, y si no lo decía reventaba, sí, reventaba; porque aquel pensamiento era todo su amor, todo su espíritu, la expresión de todo lo nuevo y sublime que en él había, y no se puede encerrar cosa tan grande en la estrechez de la discreción.
De lo que había pasado en la excursión del día de San Francisco de Asís y en otras sucesivas procuró De Pas enterarse en las conversaciones que tuvo con su amiga fuera de la Iglesia; dentro del cajón sagrado no había modo decoroso de preguntar ciertas menudencias a una mujer como Anita. La Regenta agradecía al Magistral su prudencia, su discreción.
Palabra del Dia
Otros Mirando