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Actualizado: 12 de julio de 2025
El propósito del enemigo de atravesar las llanuras de Alsacia para caer de improviso sobre los desfiladeros había sido adivinado por todos. La campana de Dagsburg, de Abreschwiller, de Walsch, de San Quirino y de las demás aldeas no cesaban de tocar alarma.
Conozco los títulos de vuestro soberano y ciertamente no ignoro los míos. Decidme sin más preámbulos si se halla libre el paso por los desfiladeros, ó si vuestro señor opta por faltar á la palabra que me dió pocos meses há, en nuestra última entrevista. Mal podría el rey de Navarra faltar á su palabra, dijo el enviado español con irritado acento.
Sin embargo hicieron obstinada resistencia en algunos parajes y apostaderos menos fuertes, persiguiendo diariamente, por derecha é izquierda del camino, las marchas de nuestro ejército, particularmente en los desfiladeros, sin descuidarse en aprovechar la obscuridad de la noche, para rodear los campamentos y fatigarlos, obligando á la tropa á estar continuadamente sobre las armas, sufriendo el fuego de su fusileria y de cañon, que con facilidad trasportaban y apostaban á todas partes, por ser de pequeño peso y de poco calibre.
No hay otro paso para llegar á él que á través de los pavorosos desfiladeros que abre el hielo, cierra y cambia todos los inviernos, como si quisiese impedir nuevas visitas importunas. Por lo que toca á las ballenas, créese que pasan por debajo los hielos, del uno al otro mar, por la vía tenebrosa. Viaje temerario.
La obra, que costó cerca de 370,000 francos, no solo hace mucho honor al ingeniero y á Friburgo, sino que ha sido de gran utilidad para la vida de la ciudad y su comercio. Baste decir que los carruajes que ahora atraviesan el valle en dos minutos, gastaban en otro tiempo una hora en bajar y subir desfiladeros para pasar de un lado al otro del rio.
De trecho en trecho desembocan otras callejuelas trasversales mas estrechas, que son otros tantos desfiladeros escalonados sobre el abismo. Los techos de las casas correspondientes á la callejuela mas baja sostienen literalmente los cimientos de la inmediatamente superior, esta apoya á los de mas arriba, y así sucesivamente hasta la cima.
Así estuvimos esperando los primeros resplandores del alba, antes de emprender nuestra ruta por los elevados desfiladeros de la montaña, cubierta de nieve en polvo, revuelta por el viento norte, allanando los senderos y llenando los surcos.
Muchos naturales del país se habían encontrado con los dos dioses cuando llevaban sus arrias por los desfiladeros de los Andes; pero siempre ocurría tal encuentro en días de tempestad, como si los dioses sólo pudieran dejarse ver á la luz de los relámpagos y acompañados por los truenos que ruedan con un estallido interminable de montaña en montaña y de valle en valle.
Hasta entonces sólo había observado yo la Naturaleza a la sombra de sus moles, en las angosturas de sus desfiladeros, entre el vaho de sus cañadas y en la penumbra de sus bosques; todo lo cual pesaba, hasta el extremo de anonadarle, sobre mi espíritu formado entre la refinada molicie de las grandes capitales, en cuyas maravillas se ve más el ingenio y la mano de los hombres que la omnipotencia de Dios; pero en aquel caso podía yo saborear el espectáculo en más vastas proporciones, en plena luz y sin estorbos; y sin dejar por eso de conceptuarme gusano por la fuerza del contraste de mi pequeñez con aquella magnitudes, lo era, al cabo, de las alturas del espacio y no de los suelos cenagosos de la tierra.
Viendo los círculos, los precipicios, los valles, los desfiladeros, asistimos, como convertidos de pronto en inmortales, al gran trabajo geológico de las aguas que abrieron sus cauces en todas direcciones en torno de la masa primitiva de la montaña. Se les ve, digámoslo así, esculpir incesantemente esa masa enorme para arrancarle despojos con que nivelan la llanura ó ciegan una bahía del mar.
Palabra del Dia
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